La explotación minera y las enfermedades infecciosas están causando estragos entre los indígenas yanomami. El presidente conformó un equipo de trabajo para reestructurar el sistema sanitario.
Recientemente, el presidente de Brasil, Lula da Silva, aludió al trato hostil del Estado para con los pueblos indígenas y dijo que pondrá fin a la minería ilegal en las selvas, puesto que perjudica la salud y el buen vivir de los pobladores.
Dichas declaraciones se dieron tras la visita del mandatario a la Casa de Salud Indígena Yanomami en Boa Vista, un día después de que el Ministerio de Salud declarara una emergencia de salud pública por la falta de asistencia a la población yanomami.
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Según datos de Sumaúma, durante el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro fallecieron 570 niños menores de 5 años en territorio indígena por causas evitables. Esto representa un incremento del 29% en comparación a la gestión anterior, encabezada por Dilma Rousseff.
La explotación minera y la malaria en tierras yanomami están causando un caos sanitario sin precedentes. En los últimos dos años, hubo alrededor de 3000 casos de esta enfermedad. Sumado a ello, 6 de cada 10 niños presentan déficit nutricional, muchos de ellos alcanzando la desnutrición severa.
Es por esta razón que a tan solo unos pocos días de comenzada su gestión, el presidente Lula conformó un equipo de trabajo con especialistas de Brasilia y Boa Vista, para poder evaluar la situación desde el territorio.
El primer paso será montar una sala de situación para asesorar al personal, y luego se conformará el sistema sanitario; tarea que no será sencilla luego del desmantelamiento y vaciamiento de estos espacios durante el gobierno de Bolsonaro.