Familiares de una menor víctima de abuso sexual, denuncian que la tuvieron 12 horas detenida.
Sandra Ponce, abuela de una niña de 13 años de Barrio Yapeyú, contó que la menor fue violentada y abusada sexualmente por la Policía de Córdoba, mediante un escrito publicado por La Garganta Poderosa.
En ese texto, explica que el 20 de abril, alrededor de las nueve de la mañana, en el barrio se empezaron a escuchar disparos y gritos ensordecedores. Uno de sus hijos salió a ver qué ocurría y notó que la puerta de la casa de su nuera, que es su vecina, estaba entreabierta y que muchos policías ingresaron.
Sandra contó que su hijo fue testigo de cómo requisaron a su nieta, que tiene tan sólo 13 años y no estaba ni enterada de la persecución: «le pegaron cachetadas y le tiraron gas pimienta».
El testimonio de Ponce, señala que los agentes empezaron a golpear a todos sin motivos, rompieron los vidrios de las puertas y se llevaron a su nieta a la Comisaría Nº36:
«Ahí, uno de los oficiales hizo que se desnudara, cerró la puerta de donde estaban e hizo que se sacara hasta la ropa interior. Luego se paró atrás de ella, le pasó la mano por la espalda y le repetía: ‘Mirá dónde te vengo a encontrar’. Y eso lo dijo porque él siempre trabaja en un puente cercano, por donde ella, mis otros nietos y otros chicos pasan para ir a la plaza de San Vicente; evidentemente, él ya la conocía»
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La menor estuvo 12 horas detenida. A Sandra y a sus familiares nunca le informaron a donde se los habían llevado, por eso, recorrió todas las comisarías. Cuándo al fin encontró a su nieta, ella le dijo que estaba cansada y que no le habían dado un barbijo, en el marco de la pandemia.
Pudieron realizar la denuncia en el Polo de la Mujer recién a la mañana siguiente (21 de abril). Pero no han identificado al oficial que agredió a la menor, a pesar de que le llevaron fotos y videos que grabaron ese día; sólo les dijeron que “el procedimiento puede tomar años”.
Ponce denuncia que ahora no pueden sacar una orden de restricción para que el policía no se le vuelva a acercar, ya que no tienen ni su nombre ni su apellido: «No quisieron hacer nada, a pesar de que mi nieta fue víctima de un abuso sexual por parte de un oficial»
Es fundamental visibilizar el caso, están abusando de menores en las comisarías de Córdoba. Las denuncias se ignoran y el Estado no responde.