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Reivindicar la diversidad corporal

Alberto Cormillot, nutricionista mediático, es tendencia por sus declaraciones en el programa LPA, conducido por Florencia Peña por América, por la carga machista y gordoodiante de las mismas. Te compartimos una nota con algunos conceptos claves para analizar estos comentarios. El médico, cara visible para la venta de productos ligth, dietas y programas como "cuestión […]

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Alberto Cormillot, nutricionista mediático, es tendencia por sus declaraciones en el programa LPA, conducido por Florencia Peña por América, por la carga machista y gordoodiante de las mismas. Te compartimos una nota con algunos conceptos claves para analizar estos comentarios.

Fotografía: Paolina Albani

El médico, cara visible para la venta de productos ligth, dietas y programas como "cuestión de peso", dio una nota televisiva donde se refirió a los cambios físicos y emocionales que atraviesa una persona al bajar mucho de peso... y las palabras que uso fueron estigmatizantes, machistas y discriminatorias para la diversidad corporal.

"El ejemplo que yo doy es 'la gordita de la familia'. Si sos una chica que pesa 120 a 130 (kilos) en la oficina, muy posiblemente tus amigos, si te ponen la mano encima, te la ponen como un buen compañero", expresó Cormillot.

Pero eso no fue todo, continuó con ese discurso al agregar: "Si vos bajás 30, 40 kilos ya dejan de ponerte la mano encima como un buen compañero y te ponen la mano encima con otra intención, ¿no?", agregó. "Eso puede parecer una discriminación pero eso así".

El rechazo no se hizo esperar. El profesional parece ajenos a conceptos como activismo gordo y gordoOdio, o al que se usaba hace 3 años "Gordofobia".

En 2019, Emilia Felissia - activista cordobesa-  y Paula Giménez- periodista especialista en género- hablaron con este medio sobre diversidad corporal y el rechazo hacia los cuerpos gordos.

El activismo gordo es un movimiento antisistema, es decir,  va por fuera de la norma y no quiere entrar dentro de ella. Es una crítica al pensamiento occidental, al pensamiento blanco. Esa posición política y militante va de la mano con el feminismo y se  vincula a los sectores disidentes. La diversidad corporal incluye a trans, a personas bizcas, a gordas y gordos.

“La diferencia con el body positive es que no se quiere normalizar los cuerpos que están excluidos de la norma. El activismo gordo lo que intenta hacer es reivindicar esa diferencia y no tratar de normalizarlos, es decir, cuestionar porque la sociedad es así”, explicó Emilia.

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Felissia consideró que el objetivo general y primordial que persigue el activismo gordo es el respeto por los cuerpos. La militante comentó que si bien es un movimiento con una impronta muy crítica hacia los estereotipos estéticos, también se persiguen objetivos más concretos, relacionados a las actividades cotidianas como ir al cine o sentarse en un colectivo.

Para Emilia una acción cotidiana sería plantearle al médico que no los mande a hacer dieta en la primer consulta, que quizás tienen que hacer otros estudios antes de suponer que están enfermas o enfermos por su peso. O que los adolescentes cuenten a sus padres que los violentan por gordos en diferentes ámbitos de actividad.

Cabe resaltar que si bien no coinciden completamente con el body positive, comparten ciertos reclamos vinculados al desarrollo pleno de una existencia.  Poder comprar ropa en cualquier local de indumentaria, acceder al sistema de salud sin sufrir discriminación y conseguir trabajo a partir de las competencias profesionales y no ser excluidos por el peso, son algunas de las dimensiones que ambos movimientos comparten.

¿Por qué existe el activismo gordo?

En parte porque existe la gordoOdio, el rechazo que esta sociedad tiene hacia los cuerpos que no son los hegemónicos, los ideales. Es también el rechazo hacia la gordura, cualquiera fuere y no distingue de género.

La periodista explicó que las mujeres padecen violencias diferentes a las que padecen los varones, ya que pesa más en ellas el sayo de la belleza y de lo estético. Desde que somos menores consumimos a través de  publicidades, series y películas que la delgadez mejora la calidad de vida en todos los aspectos, no solo por una cuestión de salud sino también por una cuestión de belleza.

Le pregunté a Giménez las razones por las que existe este prejuicio hacia la diversidad corporal, me comentó que falta  información en la sociedad, y si bien hay mucha gente bien intencionada que realmente cree que el rechazo a la gordura tiene que ver con una cuestión de salud -la Organización Mundial de la Salud sostiene que la gordura es un factor de riesgo- la violencia y la discriminación afectan en diferentes niveles a las personas gordas.

Marginar y criticar a seres humanos por su peso puede considerarse un factor de riesgo para el estrés, para la autonomía, para el autoestima, para la idea de desarrollo de una persona. La periodista recordó que la OMS define a la salud desde una perspectiva integral como un estado de bienestar físico, mental, social y no solamente la ausencia de enfermedades.

“Hay muchas personas gordas que lo son porque esta sociedad las trata así. Hay muchas personas que son gordas pero que están bien de salud - los análisis le dan bien- porque el cuerpo es así y no de otra manera. Hay  que entender el concepto de diversidad corporal” explicó Giménez.

La entrevistada concluyó con la idea de que es necesario reflejar todos los tipos de cuerpos en las publicidades y en los medios de comunicación para que las y los niños crezcan entendiendo que si su cuerpo es distinto al ideal - propuesto por la sociedad- está bien, todos y todas somos diferentes. 

Emilia Urouro

Encargada de la redacción de las notas y de generar contenido para las diferentes plataformas del Resaltador. Feminista, popular y nacional.
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