En diálogo con Florencia Santillan, autora del libro «Maldita Lisiada», profundizamos sobre la accesibilidad para las personas con discapacidad en Argentina. El caso de Rosario con Fly Bondi fue un ejemplo concreto de algo que pasa a diario.

El problema de la accesibilidad para personas con discapacidad en Argentina no es solo recurrente, sino también una temática colmada de denuncias y carente de acciones empresariales y estatales. Hace unos días, la denuncia de Rosario contra Fly Bondi y sus políticas de (in)accesibilidad despertaron un debate que, como muchos otros, es una lamentable constante.
Al respecto, este medio conversó con Florencia Santillan, activista por los derechos de las personas con discapacidad y autora de «Maldita Lisiada». Florencia hace uso de sus redes sociales para visibilizar lo mencionado anteriormente: el sinfín de situaciones en donde una persona con discapacidad no cuenta con accesibilidad plena.
Al conocer el caso de Rosario, Florencia sintió bronca e impotencia, la cual se incrementó porque la joven damnificada es su amiga. Luego llegó el sentimiento de cansancio, el de preguntarse y preguntarle a empresar como Fly Bondi: «¿Otra vez?»
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¿Por qué Florencia piensa en este hecho como algo recurrente? ¿Este avasallamiento de derechos, esta falta de accesibilidad es una problemática que supera el hecho de que no te permitan subir a un avión? Será nuestra entrevistada la que responda:
«Lo que sucedió con FlyBondi y Rosario, es una muestra de lo que atravesamos las personas con discapacidad todos los días, todo el tiempo y en todos los ámbitos. Renegamos con las aerolíneas aéreas que no nos quieren dejar viajar, con las empresas de colectivo urbano que no cumplen y no tienen unidades accesibles. Con las empresas de transporte de larga y media distancia que no nos dejan subir a sus colectivos (que, dicho sea de paso, también son inaccesibles). Acá te menciono el transporte, pero también se traslada al ocio, a un boliche, una cancha de fútbol, un trabajo, un consultorio médico, un hotel, y un sin fin de etc».
«Lo que quiero decir, es que el problema no es únicamente FlyBondi y su política de discriminación. El problema es el sistema capacitista en que el vivimos, y en el que nuestras vidas y nuestros derechos parecieran no importarle a nadie».
Florencia Santillan – activista por los derechos de las personas con discapacidad
Hecha la ley, hecha su ausencia
¿Tenemos leyes que velen por los derechos de las personas con discapacidad en este tipo de circunstancias? Sí, tenemos un marco legal internacional y nacional que a criterio de Florencia «es muy bueno, pero no se cumple». Respecto a casos como el de Rosario, su amiga Florencia es clara y concisa: «La accesibilidad es un derecho. No debería estar sujeta a las políticas comerciales de una empresa«.
¿A dónde se puede reclamar o denunciar una situación similar o equivalente a la de Rosario? Es fundamental que cuando estemos frente a situaciones como estas tengamos las herramientas para denunciar a donde corresponda. «Ya sea ante la Agencia Nacional de Discapacidad, el INADI, o el organismo que corresponda. Entender que la accesibilidad es un derecho universal, tiene que ser un trabajo de todes», indica Florencia.
Sobre políticas estatales para combatir estos sucesos, la autora de «Maldita Lisiada» cree que es urgente «que se aceiten los mecanismos de control en torno a la accesibilidad en general». No se trata de un área puntual, «hay que avanzar en una política clara de control, de seguimiento y de exigencia en post del cumplimiento de las normativas vigentes».