La cantante introdujo cambios en el arreglo legal que controla su vida y sus finanzas, pero la tutela se extendió hasta el 1 de febrero.
Hace más de una década que Britney Spears vive bajo una curatela aprobada por la corte de California, que mediante un arreglo legal supervisa su bienestar personal y sus finanzas.
Durante la mayoría de estos años fue su padre, James Spears fue quién estuvo a cargo de su hija. Si bien su tutela ha escapado del foco público por años, algunos fanáticos e incluso miembros de la familia Spears se han referido públicamente ante el control ejercido sobre Britney; pero la mismísima princesa del pop no. Por lo menos no masivamente.
Esta semana se revisó nuevamente la situación judicial de la cantante de 38 años, quien mediante su abogado designado por el tribunal: Samuel D. Ingham III, realizó una presentación en busca de una readecuación en los términos de su curatela «para reflejar los cambios importantes en su estilo de vida actual y sus deseos declarados».
Entre esos cambios, según Ingham, constaba el «deseo de Britney Spears de no actuar en este momento», luego de una residencia de cuatro años en Las Vegas que terminó a fines de 2017, y algunas giras al año siguiente. En enero de 2019, la cantante anunció “una pausa laboral indefinida”, cancelando su gira de conciertos programados. La razón de esto fue el delicado estado de salud de su padre, quien había sufrido una ruptura de colon.
Más tarde ese año, James Spears se retiró de su papel de conservador y fue reemplazado temporalmente por Jodi Montgomery, una profesional.
El abogado de la cantante dijo que Spears prefería mantener a su curadora temporal, Jodi Montgomery, en el papel de supervisar su atención de salud, y solicitarle a un banco que se hiciera cargo de su patrimonio. Según su letrado, Britney dejó abierta la posibilidad de que ella «busque la terminación de esta curatela en el futuro».
Al mismo tiempo, Jamie Spears, a través de sus propios abogados, buscó traer de vuelta a su ex co-conservador de la herencia de Spears, Andrew M. Wallet, quien renunció voluntariamente a su cargo en marzo de 2019, después de más de una década en el cargo.
Después de una audiencia que tuvo lugar esta semana, la jueza Brenda Penny del Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles en California extendió la versión actual de la curatela hasta el 1 de febrero del año próximo. Le requirió a Ingham que presentara su petición en nombre de Britney Spears antes del 18 de septiembre y se programó una audiencia para el 14 de octubre del 2020.
Las presentaciones recientes, y especialmente el pedido de la estrella del pop para revisar los términos de su curatela, solo han servido para avivar las protestas lideradas por fanáticos conocidas como el movimiento #FreeBritney, cuyos seguidores creen que la estrella del pop está siendo retenida contra su voluntad en este acuerdo.
Acuerdo millonario si tenemos en cuenta que los activos totales de Spears son de $ 57,4 millones a diciembre de 2019, incluidos alrededor de $ 2,7 millones en efectivo.
