Así lo determinó un estudio del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM-UNR). El aumento de genotoxicidad en trabajadores rurales y habitantes de zonas aledañas es mayor que en otras regiones.

En Argentina, las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires, Sur de Santa Fe, Este de La Pampa y Córdoba producen aproximadamente el 85% de los cultivos de soja, maíz y trigo.
Un estudio reciente de Damián Verzeñassi y todo el equipo del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM-Universidad Nacional de Rosario) demostró que en localidades rurales ubicadas en dichas jurisdicciones, la incidencia de cáncer por el uso de agrotóxicos es mucho mayor que en otras regiones.
Te puede interesar: «Los peces del río Salado tienen la mayor cantidad de agrotóxicos del mundo»
Sumado a lo anterior, destacan que en nuestro país, la legislación por el uso de agroquímicos es «laxa, e incluso donde existe, el control es débil». Este aspecto contribuye a agudizar las derivas de estas sustancias tóxicas y potencialmente mortales por fuera de los límites de la ruralidad.
Hace varios años que se vienen documentando los riesgos para la salud humana que traen consigo los agrotóxicos. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer clasificó al glifosato como «probablemente cancerígeno para los humanos».
Ligado a ello, el estudio realizado por el Instituto de Salud Socioambiental ratifica que se han hallado evidencias de cáncer y/o aumentos de genotoxicidad no solo en trabajadores rurales sino además en comunidades que viven cerca de campos fumigados.
La investigación también apunta a que se considere el principio de precaución, «que debe conducir a políticas de reducción de pesticidas, especialmente en el entorno de pequeñas poblaciones urbanas».
Podés leer el trabajo completo haciendo click acá.