Saber que en Córdoba, en una ciudad existe un muro, pero no tan parecido al de Berlín, ya que este se encuentra realizado con peperina.

Por José Feliciano Fisichella
Berlín, quedo divida en dos producto de una lucha ideológica entre el capitalismo y el socialismo. El punto más álgido se dio cuando se construyo el famoso Muro de Berlín para poner una frontera a la Guerra Fría y evitar una escalada bélica.
Otro caso de división ideológica es el entre Corea del Norte y Corea del Sur desde 1953 por el paralelo 38 norte, que también divide dos formas de ver el mundo.
Finalmente en China hablan de un país, dos sistemas para hacer referencia a las diferencias que existen entre el socialismo con características chinas. Y las regiones de administración especial del tipo capitalista como lo son Hong Kong y Macao.
¡Qué linda que son las relaciones internacionales! ¿Pero saben que es más lindo? Saber que en Córdoba tenemos una ciudad que ocurre algo similar, donde existe un Muro, pero no tan parecido al de Berlín, ya que este se encuentra realizado con peperina. Seguramente los que vieron Los Simpson recuerden el episodio que Springfield se divide en dos, bueno eso mismo ocurre en Villa Dolores… Porque en Traslasierra tenemos mucho y poco a la vez.
El génesis de la división en Villa Dolores
Corría marzo del 2019 por las tierras dolorenses y se vaticinaba un duelo entre dos aparatos: uno grande y otro muy grande. De un lado del ring se encontraba el peronismo cordobés de Schiaretti, con Cristina Vidal como candidata, buscando recuperar la intendencia después de varios años y al frente Gloria Pereyra buscando renovar su mandato como Intendenta.
Vidal contó con una campaña millonaria palanqueada por el Legislador y ex-vicegobernador Oscar González. Para su campaña invadió las redes sociales con publicidad y hasta uso Google Ads para que todos los dolorenses la vieran hasta cuando fueran a jugar al Candy. Las ganas de González de recuperar el poder para el PJ cordobés, llegaron al punto que hasta Schiaretti viajó a Villa Dolores, camino unas cuadras por el centro de la ciudad y en un discurso llamó
para votar por Vidal.
Del otro lado Gloria Pereyra, juntaba sus armas desde el Ejecutivo Municipal, para enfrentar a una estructura provincial que venía dispuesta a ganar cueste lo que cueste. Por supuesto, Gloria invirtió un buen monto dinerario en su campaña, pero quedo opacada al lado de la otra candidata.
Nadie se aventuraba a decir quien sería el ganador de esa justa electoral, pero finalmente se impuso por un escaso margen el partido vecinal de Gloria Pereyra.

Foto: La Voz del Interior
La división de la ciudad
Con la derrota a Vidal y González, muchos pensaron que sería una pausa para la carrera política de Cristina Vidal. Pero todo resulto lejos de ser así…
Al poco tiempo Vidal comenzó a trabajar con más fuerza en el Centro de Promoción Social del Oeste, una organismo encargado de bajar políticas publicas de la provincia y asesorar en todo lo concerniente a lo que lanza el Gobierno de Schiaretti. Durante las elecciones había usado el centro para entregar cheques de cuanto programa había, las colas que se veían en vísperas de las elecciones, eran de por lo menos 100 metros todos los días. Al ser acusados de hacer clientelismo político con los fondos de todos los cordobeses, manifestaron que las políticas sociales no se podían
cortar. Claro, estamos todos de acuerdo: ¿pero masificar de esa forma?.
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Al ingresar al recinto uno podía dar cuenta de que el color político estaba presente en todo, ya que te reciba un cuadro de Schiaretti en primera plana, casi emulando un culto a la personalidad como lo fue el de Nicolae Ceaușescu.
Paso el tiempo, y cambiaron los nombres: Vidal dejó de ser Coordinadora del Centro de Promoción Social del Oeste de Córdoba a tener un nuevo cargo como Directora del Programa del Noreste Cordobés. También el Centro de Promoción Social paso a llamarse Centro Cívico del Oeste. Con esto Vidal podía estar presente en todas las inauguraciones que hacía la provincia en la región, sentada en primera plana siempre.
Como si fuera poco, todos los programas sociales de la provincia que debían pasar por el municipio comenzaron a aparecer por el Centro Cívico del Oeste. Además, todo lo que hacía el municipio era repetido por la organización provincial paralela. Programas de asistencia social, jornadas de prevención del suicido y hasta los test de coronavirus.
La lucha política fue tan grande, que hasta llegaron a instalar en la plaza central de Villa Dolores dos carpas. En una presentando las bondades del Centro Cívico, y en la otra los programas municipales.
Algunos comenzaron hablar de una “municipalidad paralela”. Una ciudad, dos sistemas.

Foto: Página 12
La otra cara de la grieta del Muro de la Peperina
La política de Gloria Pereyra se caracteriza por una disputa interminable con el Legislador Oscar González. Según Pereyra hay buen dialogo con la provincia, pero las dudas siempre quedan…
Como dice la popular canción “una calle me separa”, lo mismo pasó en Villa Dolores con dos pavimentaciones de calle, que la provincia quería realizar en la ciudad. Fueron idas y vueltas para poder comenzar ya que el municipio no daba el visto bueno. Mientras que desde la gestión de Pereyra echaban las culpas a malos diseños por parte del Gobierno Provincial. Sí, por asfaltar una calle se armó una de novela.
Lo último de la municipalidad, fue no haberse hecho presente en una inauguración que realizó el Gobernador Juan Schiaretti en la ciudad. Sí, nadie del ejecutivo se llego a la zona donde se realizó el acto. Algunos lo trataron como un tema partidario, pero la realidad es que se trataba de una responsabilidad institucional. Quien sí estuvo fue Cristina Vidal.

Foto: Vdx Online
¿Pero qué hay de malo en todo esto?
En principio el respeto a las instituciones, ya que para gestionar políticas sociales se tienen los organismos propios de una ciudad: Ejecutivo, Concejo Deliberante y Tribunal de Cuentas.
Esto facilita, que la oposición y los ciudadanos tengan mecanismos de control sobre los actos de gobierno. Mientras que en una estructura sui generis como el Centro Cívico el control se hace casi imposible de realizar.
Además un municipio tiene la estructura de secretarias y/o direcciones para realizar una evaluación para implementar políticas sociales.
Algunos dirán: “pero mientras se haga de los dos lados está bien”. El problema es que votamos para tener un Ejecutivo y organismos de control para que manejen estas cosas, valga la redundancia en esta idea. Por otro lado, se vuelve triste pensar que un Gobierno provincial deje de bajar políticas sociales si no existe una estructura que sea de su mismo color partidario.
Lo que intento decir, es que se requiere una unificación de las políticas publicas provinciales en los organismos instituidos para tal finalidad y no inventar cargos e instituciones por haber perdido una elección. Esto ya escapa a
ser una cuestión de colores políticos, para hablar del respeto de las instituciones, que tanto dicen defender desde la provincia.
Al final en Traslasierra, somos como Berlín en Guerra Fría, solamente que nos falta el muro, las armas nucleares, industrias y los alemanes…