Las trabajadoras de la institución organizan una jornada de protesta de días del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en un contexto de ajuste y de condiciones laborales de precarización en un área más que sensible.

Desde las 10 horas hasta las 13 del viernes 22 de noviembre, se realiza una radio abierta en el Polo de la Mujer, en reclamo de condiciones laborales dignas.
Las trabajadoras del Polo de la Mujer vienen reclamando desde comienzo de año por la angustiante situación de inestabilidad laboral con la que conviven.
Las políticas de ajuste sobre el área de género a nivel nacional, se replican en el gobierno provincial, pese a que las autoridades afirman que no es así.
La primera noticia del año al respecto fue la eliminación del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad de la Nación, decidida por el presidente Javier Milei. En Córdoba, el gobernador Martín Llaryora degradó el Ministerio de la Mujer a Subsecretaría, quedando dentro de la órbita del Ministerio del Ministerio de Desarrollo Social y Promoción del Empleo
Una demostración del ajuste sobre el área es que en 2024, sólo el 12% de las víctimas de femicidio había realizado una denuncia, lo que representa la cifra más baja registrada en los últimos cinco años. Según las cifras que publica Mumalá, hubo 212 femicidios en lo que va del año.
Reclamo de trabajadoras
Desde septiembre, las trabajadoras del Polo de la Mujer vienen reclamando por condiciones laborales dignas.
Según denuncian, la mayoría de las trabajadoras se encuentran bajo el sistema de residencias. Las profesionales se rigen con base en la Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental (RISAM). En este sentido, exigen que se equiparen los montos de las becas de las residencias con los residentes de salud de otras instituciones polivalentes que están cobrando aproximadamente $1.200.000.
Quienes realizan su residencia en el Polo, en promedio percibieron montos que representan el 50% de las becas de residencia.
A su vez, vienen reclamando para que se equipare salarialmente a las trabajadoras con otros trabajadores del área de la salud, puesto que la violencia de género es considerada un problema de salud pública.
Para componer el panorama de las trabajadoras, la mayoría realiza una jornada de 30 horas semanales bajo algún tipo de contratación precarizada como las residencias, becas o monotributos. No tienen previsibilidad ya que la contratación no tiene una duración estimada.
Cobran un promedio de $500.000 en un trabajo con una carga emocional y psicológica enorme, y no reciben aumentos desde hace dos meses.
Actualmente, las negociaciones se encuentran paralizadas con las autoridades del gobierno provincial, quienes señalaron que no va a haber nuevos aumentos. A las trabajadoras que finalizan sus residencias, les propusieron continuar sus tareas mediante monotributos sin tener en cuenta antigüedad, con 15 días de vacaciones.
Por este motivo, realizan la radio abierta frente al Polo de la Mujer por condiciones laborales dignas.