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¿Qué es la cultura de la violación y cómo se vincula con el pacto entre varones?

Con toda la impunidad del mundo, seis hombres violaron a una joven de 20 años en un auto. Sucedió a plena luz del día, había movimiento alrededor, vecinas y vecinos fueron los primeros en advertir lo que pasaba. La violación grupal ocurrió este lunes a pocas cuadras de Plaza Serrano, en el barrio porteño de […]

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Con toda la impunidad del mundo, seis hombres violaron a una joven de 20 años en un auto. Sucedió a plena luz del día, había movimiento alrededor, vecinas y vecinos fueron los primeros en advertir lo que pasaba.

La violación grupal ocurrió este lunes a pocas cuadras de Plaza Serrano, en el barrio porteño de Palermo. La policía, que llegó horas después de la denuncia, encontró a cuatro varones adentro de un auto Volkswagen Gol, y dos afuera que oficiaban de campana. 

Los detenidos por abuso sexual agravado son Ángel Pascual Ramos (23), Tomás Domínguez (21), Lautaro Pasotti (24), Ignacio Retondo (22), Alexis Cuzzoni (20) y Franco Lykan (24). La causa recayó en el juzgado Criminal y Correccional N°21.

Sus nombres se hicieron públicos, circularon en algunos medios, junto a sus rostros. Hay videos del momento de la detención, no son personas anónimas, son violadores, que organizaron el ataque y se cubrieron entre ellos.

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No son animales, no son "monstruos", son un grupo de abusadores sexuales, a conciencia y crueldad. No hay que quitarles el peso de sus actos. Por eso, es clave hablar de la cultura de la violación y del pacto de silencio entre varones.

En diálogo con EL RESALTADOR, Ruth Ahrensburg, fundadora de ConVoz (Asociación por una vida sin violencia), nos explicó que la cultura de la violación se encuadra dentro de la pedagogía de la crueldad que plantea la antropóloga Rita Segato.

Foto Archivo.

"En esta pedagogía se naturaliza la cosificación del cuerpo de las mujeres para ser poseído y utilizado como un objeto del cual el varón tiene propiedad, por lo tanto puede hacer uso de el", explicó.

La entrevistada señaló que en este contexto de la pedagogía de la crueldad se naturaliza la violación como un problema social y cultural que queda normalizado sobre las mujeres y los cuerpos feminizados, también sobre los varones en función de su sexualidad -sexismo- .

Considera que la cultura de la violación es una manifestación muy cruel del sexismo, y en este caso puntual de Palermo, queda la institución involucrada en la demora de tres horas de la Policía en acudir en auxilio de la joven: "se desconoció la urgencia, la emergencia".

Por otra parte, es condenable esta conducta de tener "campana", que para Ahrensburg es una "campana protectora" de quienes están cometiendo un delito, "donde claramente hay un instructivo para violar, cuidándose las espaldas entre los varones".

"Este pacto entre varones responde a la pedagogía de la crueldad, es una competencia de virilidad entre ellos, el objetivo no es el deseo ni la mujer, el objetivo es demostrar a sus pares cuál es más macho, viril, potente, es decir, escapa a todo contexto sexual, es un tema de poder y competencia de poderes entre ellos", sentenció la profesional.

En el caso del barrio porteño, entra en juego el poder que les da el grupo, porque los protege con el anonimato, ya que no todos los medios de prensa van a aludir puntualmente a la identidad de ellos.

"El pacto lo tienen que romper los varones, porque hacen falta dos voluntades que acuerden sostener algo y que no se rompa, por eso, son ellos quienes tienen que destruirlo. Es una construcción de los hombres, con  la trampa de que somos las mujeres 'quienes sostenemos el patriarcado desde esta obediencia, la maternidad y la educación'. Es otra trampa del patriarcado culparnos de transmitir el modelo", enfatizó Ruth.

Foto archivo.

Ahora bien, si bien, son los hombres quienes deben romper esos silencios y complicidades violentas, y comenzar a humanizar los vínculos, es clave que las instituciones ,mujeres, disidencias sigamos visibilizando nuestra intolerancia a la violencia machista, en todos sus niveles, desde bromas o comentarios misóginos…

Dato a tener en cuenta: Eva Giberti, psicóloga especializada en género, plantea combatir la "sonrisa cómplice" ante los comentarios machistas. Esa autora considera que casi todos se ríen, lo que inhibe que otra persona pueda intervenir y frenar la situación. Pero plantea que una forma de trabajar contra esos hechos cotidianos, es interpelar a quien cuenta el chiste, preguntarle qué le pasa que necesitas hacer ese tipo de comentario (claramente busca afirmar la virilidad).

En Palermo seis hombres fueron detenidos por una violación grupal, pero no son monstruos, son hijos sanos del patriarcado. Por eso, varón, rompé el pacto. Hablá.

Emilia Urouro

Encargada de la redacción de las notas y de generar contenido para las diferentes plataformas del Resaltador. Feminista, popular y nacional.
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