Este hallazgo reciente estuvo comandado por arqueólogos y geólogos norteamericanos. Estiman que los primeros en llegar habrían sido las comunidades yámanas de Chile y Argentina.
Un equipo de investigadores de los Estados Unidos encontró huellas que, según estiman, serían de miembros de comunidades indígenas del Sur de América; que probablemente llegaron y permanecieron por cortas estadías en las Islas Malvinas, con anterioridad al marinero inglés John Strong en 1690.
Hasta ahora, la teoría que más prevaleció es que los primeros en llegar a las islas habían sido exploradores europeos. Sin embargo, esta nueva investigación comandada por Kit Hamley, indica exactamente lo contrario: se cree que hubo presencia humana desde antes.
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La investigadora a cargo, manifestó que aunque no es un dato seguro y concluyente, se estima que fue una población de yámanas que habitó y actualmente también habita territorios en Chile y Argentina. Este dato se construyó a partir de diferentes fuentes etnográficas, que mencionan que las principales fuentes alimenticias de estas comunidades eran los mamíferos marinos y las aves marinas, principalmente los pingüinos. Por esto, se cree que eran cazadores marítimos muy sagaces y hábiles, y por esta misma razón, habrían tenido la capacidad de navegar hasta las Malvinas.
Esta investigación se extendió durante muchos años, a partir de trabajo de campo y excavaciones en las Islas, que permitieron encontraron huesos de animales, registros de carbón vegetal y otras pruebas, que fueron examinadas mediante la datación radiocarbónica y otras técnicas de laboratorio. Una huella de la actividad humana antes de la llegada de los europeos -según los investigadores- procede de un registro de carbón vegetal de 8.000 años de antigüedad recogido en una columna de turbera de la isla Nueva.
Los investigadores también recogieron muestras de lobos marinos y pingüinos en la Isla Nueva, cerca del lugar donde un propietario descubrió una punta de proyectil de piedra que coincide con la tecnología que los indígenas de América del Sur han utilizado durante los últimos 1.000 años. Los huesos estaban amontonados en un sitio. La ubicación, el volumen y el tipo de huesos indican que los montículos fueron probablemente ensamblados por humanos.
Además, también descubrieron un diente de una especie extinta de zorro, que se remonta al 3.450 AP. Este depredador era el único mamífero terrestre habitante de las islas a la llegada de los europeos. En 1856 la especie se extinguió como consecuencia de la caza indiscriminada. Luego de la incógnita en torno al origen de este zorro, los investigadores estiman que fueron los yámanas quienes domesticaron esta especie y la llevaron a las islas durante una de sus travesías marítimas.
De todas formas, como el conocimiento se construye, al igual que los datos; restan aún muchos años de estudio interdisciplinar, para determinar si realmente esto fue así, volviéndose necesario para tal fin conocer la historia oral de las comunidades indígenas de primera mano, que habitaron y habitan las regiones más australes de nuestro país y de Chile.