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Pergamino: enfermarse por fumigaciones

En abril, Sabrina Ortiz demandó una fumigación ilegal en Pergamino. A raíz de eso, su familia y muchos vecinos más enfermaron, pero los procedimientos continúan en marcha. Los vecinos de Pergamino, incluida Sabrina Ortiz y toda su familia, exigen la intervención de las autoridades; ya que las fumigaciones atentan contra el consumo de agua potable […]

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En abril, Sabrina Ortiz demandó una fumigación ilegal en Pergamino. A raíz de eso, su familia y muchos vecinos más enfermaron, pero los procedimientos continúan en marcha.

Los vecinos de Pergamino, incluida Sabrina Ortiz y toda su familia, exigen la intervención de las autoridades; ya que las fumigaciones atentan contra el consumo de agua potable de la zona. La municipalidad de Pergamino se niega a intervenir en el asunto o a escuchar las denuncias de los vecinos, ya que aseguran que sólo hay una particula de glifosato en miles y miles de litros de agua.

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Los habitantes no reciben el agua potable necesaria para realizar las tareas diarias, como bañarse, hidratarse y lavar los alimentos. En reemplazo, consumen diariamente un agua contaminada con arsénico y glifosato, con la cual no se puede tener ningún tipo de contacto.

¿Las consecuencias? Miles de vecinos enfermos, incluso con patologías sumamente complejas y hasta crónicas. Actualmente, el agua que consumen los habitantes de Pergamino contiene 9 veces más arsénico del que la Organización Mundial de la Salud como razonable para que el agua sea apta para el consumo.

“Mis hijos están en tratamiento permanente, mi marido y yo también nos enfermamos. Mi hija va a ser operada por segunda vez el 20 de agosto, tiene ostiomielitis crónica recurrente autoinmune. Es una enfermedad que se da por bacterias que no tiene. Mi nene empezó con problemas de salud a los dos años, los médicos determinaron que también se debía a los agrotóxicos que había en su cuerpo. A partir de lo que le encontraron a mi hija nos mandaron a realizar estudios a todos. Cuando le dijimos al médico que vivíamos en una zona fumigada, nos mandó a la toxicóloga. Ahí nos dijeron que los niveles de agrotóxicos que tenemos en el cuerpo están por encima de lo normal. Vivimos de médico en médico." explicó Sabrina.

Por Carmela Laucirica

Carmela Laucirica

Periodista interesada por las problemáticas sociales y ambientales. También soy Community Manager. Lectora y escritora en mis ratos libres.
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