Los trabajadores de la Central Nuclear de Embalse se ven afectados por una falta de acuerdo salarial los directivos de la empresa. Pese a que existen saldos económicamente positivos, destacados por la misma empresa, continúan ajustando los sueldos de los empleados.

Si hoy ingresás a la página de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) vas a poder ver el estado de funcionamiento de las tres centrales nucleares que la empresa administra en nuestro país, y casualmente la Central Nuclear de Embalse, que se ubica a 113 km de la ciudad de Córdoba, acusa una «parada programada» a diferencia de Atucha I y Atucha II.
Esta «parada programada» responde a la tercera desde la finalización de su extensión de vida en 2019 y tiene una duración de 54 días, durante los cuales se realizarán 4.000 tareas. El objetivo de estos trabajos es llevar a cabo actividades de inspección y mantenimiento preventivo y correctivo que no pueden realizarse con la central en funcionamiento.
La actividad involucrará a 1.800 trabajadores, entre personal de Nucleoeléctrica y contratistas que se suman para tareas específicas.
Justamente, esta «parada» se superpone a las asambleas informativas en los lugares de trabajo dispuestas por las y los trabajadores ante la falta de un acuerdo salarial que vienen arrastrando hace meses.
Este miércoles 14 de agosto, Nucleoeléctrica publicó que durante julio alcanzó el mejor mes de generación en su historia porque las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse lograron un récord histórico de generación de energía eléctrica, produciendo un total de 1.174.116 MWh, con un factor de carga del 96,23 %.
En el comunicado aseguran que, gracias a este desempeño, la energía nuclear representó el 8,91 % de la generación eléctrica total en Argentina; y aseveran que este hito subraya el compromiso de Nucleoeléctrica con la excelencia operativa y su aporte al suministro energético del país.
Hasta acá todo son logros, pero si corremos las ramas de olivo y vemos para adentro de la empresa, entendemos que nada de esto sería posible sin las personas que llevan adelante todas las tareas necesarias.
En el marco de la medida dispuesta por la falta de acuerdo salarial, muchos de los empleados de la Central Nuclear Embalse – Nucleoeléctrica Argentina, se encuentran encolumnados bajo la bandera del SiReLyF que vela por respeto de sus derechos; ante el reclamo justo como lo es el salario de los trabajadores y trabajadoras.
Desde la página del sindicato publicaron mediante una declaración: “Instamos a quienes hoy conducen esta empresa superavitaria y pública, a que dejen de ajustar los salarios de quienes la hacen día a día, un ejemplo en la generación de energía».
El contexto social y político es parte fundamental del reclamo. A esto apunta Máximo Brizuela- secretario general del Sindicato Regional de Luz y Fuerza: «Tras la aprobación de la Ley Bases, es inminente que muchas empresas públicas serán privatizadas total o parcialmente; volviendo nuevamente a una situación que ya vivimos durante la década del 90. Es inentendible como, muchas de esas empresas, estratégicas para los intereses nacionales, pueden llegar a ser administradas por capitales extranjeros o nacionales que solo tendrán como objetivo una rentabilidad propia y no una mirada integral para el bien común. Nucleoeléctrica Argentina SA es una de ellas«.
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Algo de información sobre NASA
Es la empresa a cargo de la operación de las tres centrales nucleares en funcionamiento en el país: Atucha I, Atucha II y Embalse. También se encarga de la comercialización en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) de la energía producida por sus plantas, y del gerenciamiento de proyectos que aseguren la normal operación de sus instalaciones, así como de aquellos que tengan por objetivo la eventual construcción de futuras centrales nucleares en territorio nacional.
A contramano del relato de austeridad que trabaja para desarmar los nichos económicos de la «casta política», la asamblea accionistas de NA-SA resolvió en abril de este año que la cúpula de Nucleoeléctrica empiece a percibir jugosos honorarios. Dicha asamblea está compuesta íntegramente por el Estado -a razón del 80% de las acciones en manos de la Secretaría de Energía, el 19% en manos de la Comisión Nacional de Energía Atómica y el 1% restante de Energía Argentina-.
A partir de la designación Luis Fasanello como presidente, y Julian Gadano como vice, el Estado pasó a embolsar 12 millones de pesos mensuales cada uno, un ingreso tres veces superior al que percibe el presidente. Esta información se conoció a partir de la polémica desatada por la suba de las dietas en el Senado, cuando el Ejecutivo filtró informalmente cuánto cobran los funcionarios de primera línea.
*Al finalizar la redacción de esta nota, El Resaltador tomó conocimiento que se dictó la conciliación obligatoria por 15 días, y, de acuerdo con lo establecido en el Artículo 11° de la ley 14786, fueron suspendidas las asambleas por el plazo de duración del presente procedimiento conciliatorio.