En la resolución, la Corte Suprema señaló que el registro creado para el control estatal «es razonable».

Recientemente, la Corte Suprema de Justicia rechazó un amparo impulsado por Macame (Mamás Cannabis Medicinal) que buscaba impedir cualquier intervención estatal sobre tratamientos con cannabis medicinal para sus hijos.
De igual forma, resolvió que quienes no estén inscriptos en el registro de autocultivo (Reprocann) no podrán ser penalizadas si demuestran que el mismo tiene una finalidad terapéutica.
Este grupo de madres planteaba que no se puede exigir una autorización estatal ni inscripciones por tratarse de una cuestión del ámbito privado, pidiendo la inconstitucionalidad. Pero el reclamo fue rechazado por la Corte Suprema de manera unánime, puesto que consideraron que el caso debía abordarse como una cuestión de derecho a la salud, pero no de la intimidad.
Pese a ello, Macame hizo una evaluación buena de la sentencia: «Es un avance desde el punto de vista de los derechos constitucionales, que se reconozca el autocultivo con fines medicinales»; planteó Domingo Rondina, el abogado de las madres.
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Por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que estuvo presente en la audiencia pública, expresó que el tribunal sigue tratando a los cultivadores «como parte del narcotráfico, aún cuando el autocultivo justamente evita entrar en el mercado ilegal».
Los argumentos de los jueces
Según los argumentos de los jueces, el objetivo del control es evitar el uso indebido de medicamentos, determinar la peligrosidad de los mismos, su comprobada y comprobable acción y finalidad terapéutica y sus ventajas científicas, técnicas o económicas, de acuerdo con los adelantos científicos.
Para el máximo tribunal, si se pondera el «interés superior del niño», como determinan los tratados internacionales incorporados al derecho local, «la pretensión de decidir sin ninguna clase de intervención estatal sobre el tratamiento con cannabis autocultivado con fines medicinales para sus hijos menores, tampoco encuentra justificación».
La palabra de las madres de Macame
Laura Acosta, presidenta de Macame y una de las impulsoras del recurso de amparo que llegó a la Corte, es madre de una adolescente con una encefalopatía severa que redujo de 400 a una o ninguna sus convulsiones diarias gracias al aceite de cannabis que preparan en el ámbito doméstico.
«Se dio un paso muy valioso, porque la Corte no dice que las madres tienen que ir al registro para cultivar«, manifestó a los medios.
Paralelamente, explicó que «no dice que es punible nuestra actividad» y con esta consideración allana «más el camino hacia una militancia más ardua» para poder alcanzar la despenalización.
Para finalizar, expuso: «Yo, que no estoy registrada, puedo pegar el fallo de la Corte en toda la casa porque marca un buen precedente«, resaltó, y apuntó que «no es todo, pero es un antes y un después».