Durante las primeras dos semanas de agosto, se registraron 7000 focos de incendios en el Delta del Párana, un tercio del total acumulado anual…¿Cómo repercute esta situación en la fauna del lugar?.

Ambientalistas de Rosario, ciudad santafesina, advirtieron sobre la mortalidad «casi total» de la fauna autóctona de los humedales del Delta del Paraná, causada por las quemas del bosque nativo de las islas que «afectan a todo el ecosistema».
Ivo Peruggino, representante de la reserva de animales silvestres Mundo Aparte, en dialogo con Télam, dijo que están muy tristes por la pérdida de animales en las islas: «La situación es desesperante».
Un dato a tener en cuenta, es que los primeros ocho meses del año ya se quemaron unos 900 kilómetros cuadrados, según estimaciones de Greenpeace. Por su parte, desde Naturalistas Santafesinos, informaron que el daño es mayor, al menos se incendiaron unos 1000 kilómetros cuadrados.
«Aún no se toma dimensión del grado de daño que se está realizando al humedal y al futuro del planeta porque las consecuencias de los incendios afectan a todo el ecosistema», enfatizó Peruggino.
El entrevistado explicó que desde el comienzo de las quemas, hace más de seis meses, comenzaron a registrarse apariciones de especies autóctonas de los humedales en sitios poblados, que «escapan de los incendios atontados y desesperados».
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Por ejemplo, el martes, a 200 kilómetros de Rosario, vecinos de San Jerónimo del Sauce cazaron unas 58 yararás, que deambulaban por los campos cercanos al pueblo.
«Las yararás pudieron escapar pero la mortalidad es casi total, sobre todo de reptiles, anfibios y mamíferos«, indicó el representante de «Mundo Aparte». Siguiendo esa línea, comentó que «no hay ni siquiera un censo de la fauna silvestre del humedal, y menos de la mortandad que es casi total».
Respecto a los mamíferos, comentó que si logran escapar de las llamas y meterse en alguna madriguera, «cuando esto pase va a encontrarse con su tierra arrasada, sin vegetación y sin alimento».
Peruggino dijo qye las únicas especies que pueden escapar son algunas aves, razón por la cual, en Rosario están empezando a ver muchas que son típicas del humedal que no acostumbran a ver en esa zona.
«Vemos las aves que se escaparon pero hay que ser conscientes de que dejaron atrás sus nidos con sus pichones», explicó.
Desde la ONG ambientalista han recibido y refugiado a gallaretas, gallinetas overas, garzas moras, garzas brujas, tres chajás «que en 20 años desde que existe el refugio no habían llegado».