La movilización fue el jueves 26 de octubre por la mañana. Dialogamos con Morena Martínez, presidenta del Centro de Estudiantes, acerca de la problemática.
Desde hace más de un año, alumnos y docentes del colegio Domingo Zipoli advierten sobre las malas condiciones edilicias de la institución. Algunos de los problemas son la humedad de las paredes, las ventanas a punto de caerse y las aulas inhabilitadas.
Es por esto que el pasado jueves 26 de octubre durante la mañana, realizaron una manifestación para visibilizar la situación.
En diálogo con El Resaltador, Morena Martínez -presidenta del Centro de Estudiantes Domingo Zipoli-, expuso que una de las principales demandas de la medida de fuerza fue «obtener respuestas claras del Ministerio de Educación, con respecto al plan de obras pactado en diferentes actas en 2022».
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Los estudiantes creen que «sería muy bueno» que se ejecute la comisión de seguimiento que se conformó el año pasado, para poder llevar adelante el cambio de tableros eléctricos, «puesto que nos quedamos sin luz reiteradas veces y ya se acercan los calores intensos». También exigen la reconexión de gas natural y las cubiertas de los techos.
«En 2022 creímos haber hecho un avance luego de tomar el colegio dos semanas y media, pero al parecer no. Este año no se cumplió con el plan de obras que nos presentaron, solo pintaron la fachada, cuando eso no hace a las condiciones para dar clases», manifestó Martínez.
La presidenta del Centro de Estudiantes resaltó además que «la única persona que se presentó a hablar de parte del ministerio es la Inspectora de Infraestructura. Ella nos comentó que el plan de obras se estaba llevando a cabo, y que nosotros no teníamos por qué saber cómo era».
Los alumnos tampoco recibieron respuestas tras consultar cuál fue el destino de los 39 millones de pesos que se invertirían en el edificio.
Para finalizar, Morena Martínez ratificó: «Hoy debemos tener cuidado de hasta por dónde caminamos porque te puede caer un pedazo de escombro en la cabeza, no podemos enchufar nada por peligro de electrocución, los cursos se quedan sin luz, los focos se explotan por los diferentes cortes que hay durante el día. En definitiva, no tenemos las condiciones para seguir estudiando y no queremos acostumbrarnos al malestar».