De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina, en el país hay 38% de pobres y 8,2% de indigentes.

En Argentina, 4 de cada 10 personas son pobres, según datos relevados por el INDEC en la Encuesta Permanente de Hogares. La fecha considerada es el segundo semestre del 2024.
Dicha encuesta se realizó en 31 aglomerados urbanos, e indica que la pobreza alcanzó el 38,1% y al 28,6% de los hogares. El 8,2% de las personas en el país se encuentra en situación de indigencia.
El índice de pobreza durante el primer semestre del 2024 había alcanzado el 52,9%, un aumento de 12,8 puntos respecto a los datos de igual período de 2023 (40,1%).
En ese primer semestre, la indigencia se había duplicado, pasando a ser del 18,1% sobre el total de la población.
No obstante, en el segundo semestre de 2024 en Argentina la pobreza tuvo un fuerte descenso según el INDEC: alcanzó al 38,1% de la población, 3,6 puntos porcentuales menos que en igual período de 2023.
En el mismo sentido, la indigencia bajó a 8,2%, incluso por debajo del último número registrado en la presidencia de Alberto Fernández.
Los niños y adolescentes son los más afectados por la pobreza. El 51,9% de las personas de 0 a 14 años vive bajo la línea de pobreza, mientras que en el grupo de 15 a 29 años la cifra es del 44,9%.
¿Qué pasa con la clase media argentina?
Según Perfil, «históricamente, entre el 80 y el 85% de los argentinos se identificaban como clase media. Hoy, esa percepción ha cambiado radicalmente y apenas el 28% de los encuestados se considera clase media, mientras que un 39% se identifica con la clase media baja y un 27% con la clase baja«.
Lo que sigue definiendo cierta pertenencia de clase es la salud, la educación, la conectividad y ciertos consumos y actividades como salidas a comer, al cine o la posibilidad de viajar.
Sin embargo, según los datos que toma Perfil de la encuesta realizada por TRENDLAB, al responder «Siento que no puedo mantener el consumo que correspondería a una persona de clase media», el 32% dijo estar “de acuerdo” y el 46% “muy de acuerdo” con esta sensación. Asimismo, el 34% de los encuestados estuvo de acuerdo y el 39% muy de acuerdo con la afirmación «La clase media argentina está en vías de extinción».
Si la mayoría de la gente de clase media percibe que su situación económica empeoró al punto de dudar de su pertenencia a dicha clase, con ajuste, sin subsidios, sin remedios, sin aumentos que alcancen la inflación… ¿de dónde sale el número publicado por INDEC?
Cómo se explican los pobres del INDEC
La primera limitación del cálculo oficial es a quiénes considera: solo incluye los 31 centros urbanos más poblados del país, 29,8 millones de personas, sobre una población total de 47 millones. Ciudades pequeñas o áreas rurales quedan por fuera de la composición.
Otro factor es que el INDEC mide la pobreza solo en base a los ingresos declarados por los hogares de su muestra y si estos son suficientes para acceder a la canasta básica de alimentos y servicios, cuyo valor varía cada mes por la inflación. Inflación también cuestionable, debido a cómo se pondera.
Hablando de ponderaciones, las canastas de consumos que se toman de parámetro en Argentina para medir la situación de los pobres y que utiliza el INDEC están desactualizadas respecto al peso que hoy tienen en los hogares los gastos de servicios de la vivienda y el transporte. Tampoco incluyen gastos de alquiler, cuando el 40% de la población es inquilina y no tiene un techo propio.
Además, según el Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina, la suba de tarifas de servicios públicos en 2024 incrementó el peso de los gastos fijos por sobre los gastos variables de los hogares: por ello las mejoras en el ingreso familiar real no implican necesariamente más y mejores consumos corrientes.
Otros factores mencionados que en Argentina se relacionan a la pobreza pero el INDEC falla en tomar en cuenta son, por ejemplo, la cantidad de horas trabajadas para llegar a ese ingreso, si en un hogar tienen que trabajar niñxs para aportar a la economía familiar, las privaciones y priorizaciones que los hogares debieron recomponer, y el concepto de que la caída de la inflación es también por la caída del consumo.
Los casi pobres
Según el economista Alfredo Serrano Mancilla en declaraciones al medio EFE, «Argentina está sufriendo una gran transformación estructural en su patrón de distribución del ingreso. La clase media va desapareciendo a gran velocidad y hay una gran montaña de la ciudadanía que está en torno a la pobreza, los ‘casi pobres’«, que para el INDEC son clase media.
Serrano Mancilla, director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, explica que los casi pobres son personas cuyos ingresos apenas superan el umbral de la pobreza pero que en la práctica, viven como personas pobres.
Según el economista, si se suman ambos grupos, cerca del 80% de la población argentina es pobre.
Un ejemplo de ello son los jubilados con la mínima. 7,4 millones de jubilados cobran un monto que supera en solo 716 pesos la línea de pobreza del Indec, pero es apenas un tercio de la canasta básica de los jubilados según la Defensoría de la Tercera Edad de CABA.
Y en zonas como Resistencia, capital de la Provincia del Chaco, la pobreza alcanza al 60,8% de la población.
Son estos factores los que explican cómo en Argentina 4 de cada 10 personas pueden ser pobres para el INDEC, pero que la realidad vivida sea tan lejana a la estadística.