El Senado aprobó el Presupuesto 2023

La iniciativa obtuvo el respaldo del interbloque del Frente de Todos y sus aliados del Frente Renovador de la Concordia de Misiones, de Juntos Somos Río Negro y de Hay Futuro Argentina. No estuvo presente Juntos por el Cambio.

El Senado de la Nación convirtió en ley el Presupuesto 2023 en una sesión especial. La discusión llevó poco más de una hora y el proyecto, que a principios de noviembre había sido aprobado por Diputados, avanzó con unanimidad por los 37 senadores reunidos en el recinto.

Los puntos centrales del proyecto son la previsión de un gasto global de casi $29 billones, el déficit fiscal de 1,9%, una pauta inflacionaria de 60% y que destina 70% de sus recursos a rubros sociales.

La iniciativa obtuvo el respaldo del interbloque del Frente de Todos y sus aliados del Frente Renovador de la Concordia de Misiones, de Juntos Somos Río Negro y de Hay Futuro Argentina.

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Por su parte, la oposición de Juntos por el Cambio no asistió al recinto debido a que no estaban de acuerdo con las designaciones en el Consejo de la Magistratura, otro proyecto que se trató y aprobó en la misma sesión.

Tampoco estuvo presente la representante de Córdoba Federal, Alejandra María Vigo, quien no pertenece a ninguno de los bloques mayoritarios.

Ante la ausencia de los integrantes de la oposición, el interbloque del Frente de Todos resolvió acortar la lista de oradores de 18 a sólo cuatro, para aprobar el tema en el menor tiempo posible.

Puntos principales

A grandes rasgos, el proyecto presentado por el ministro de Economía, Sergio Massa, y que sufrió algunas modificaciones en la Cámara de Diputados, prevé un gasto total de $29 billones, mientras que los recursos alcanzarían más de 22 billones y medio.

De hecho, el proyecto pretende reducir el déficit de 2,5 a 1,9%, por un monto de más de $6,4 billones. Lo polémico es que para alcanzar las metas del FMI se prevé menos recursos en programas de asistencia social, salud, educación, vivienda, ambiente y transporte.

Otro recorte se da en los subsidios económicos que sufrirán una baja de casi el 16%, reducción que equivale al 0,5 puntos menos del PBI, básicamente por la segmentación de tarifas.

La pauta inflacionaria está estimada en 60% anual y se incorporó un artículo que obliga al Gobierno a mandar una corrección del Presupuesto si la recaudación o la inflación supera la meta prevista en 10% al 31 de agosto próximo.

También se incorporó la aplicación de $85.000 millones de pesos destinados al transporte de pasajeros del interior del país en conceptos de subsidios y la obligatoriedad de tener el sistema SUBE.

Además, se habilitó al jefe de Gabinete a readecuar partidas para que los gastos educativos no puedan ser menores a 1,33% del Producto Bruto Interno (PBI).

Por otro lado, se incorporó el blanqueo de capitales sólo destinado a compras de viviendas usadas.