El Ministerio de Economía prevé reducir la inflación, un crecimiento del 2% y una reducción del déficit fiscal. Además, propone eliminar beneficios tributarios para recaudar aún más.

El Gobierno nacional envió al Congreso el proyecto de Presupuesto 2023 y busca consensuar un plan económico para el próximo año. El texto de ley ingresó a la Cámara de Diputados este jueves por la noche.
En rasgos generales, la proyección indica que habrá un gasto general de casi 29 billones de pesos, un crecimiento del 2 por ciento, una inflación estimada en el 60 por ciento, y un descenso del déficit fiscal del 2,5 al 1,9 por ciento.
Todo está previsto para cumplir con las metas que impone el Fondo Monetario Internacional.
En los fundamentos, el oficialismo señala que el «presupuesto que se presenta propende a la estabilidad macroeconómica, a la recomposición del poder adquisitivo de los ingresos y al fortalecimiento del mercado interno«.
«Avanzar en el ordenamiento fiscal permitirá reducir el financiamiento monetario del déficit y conducirá hacia una situación de solvencia fiscal», agrega.
En lo que respecta a la cotización del dólar, el proyecto de ley, diseñado por el ministro de Economía, Sergio Massa, prevé «mantener actualizado el tipo de cambio» por lo que se espera que hacia diciembre próximo se ubique en $166,50 por dólar y que finalice 2023 en $ 269, con un promedio de $ 219 a lo largo del año, señalaron las fuentes.
La novedad es que incorpora una propuesta a la oposición para discutir una idea de reducción más amplia del déficit: que el Estado ponga en marcha la eliminación de algunos beneficios y exenciones tributarias.
Para esto último sería necesario que eliminen, total o parcialmente, las facilidades, exenciones y beneficios impositivos que tienen muchas empresas, las cuales se renuevan año tras año sin discusión en el Congreso. Si la propuesta avanza, el Estado podría recaudar aún más, a tal punto de tener un superavit de 0,5 puntos.