A raíz de un proyecto de Vialidad, denuncian que las topadoras están poniendo en peligro el escaso monte nativo. Se trata de la obra de ensanchamiento de la Ruta Provincial 23.

Al sur del Valle de Calamuchita, en un paraje rural cercano a La Cruz, técnicos y obradores de Vialidad Provincial comenzaron a ejecutar las tareas para el ensanchamiento de la Ruta Provincial 23.
Según información trascendida, se busca ampliar la traza del camino 60 metros. A raíz del avance de las topadoras, el escaso monte nativo de la zona está en peligro.
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Concretamente, las máquinas están arrasando con territorios cercanos a la chacra La Pequelette, que pertenece a Héctor y Magalí, una pareja que se dedica desde hace cuatro años a la producción agroecológica de semillas hortícolas y a la crianza de cabras.
Ante la consulta, comentan que no pretenden detener esta obra sino salvar el «único montecito» que tienen en su pequeña chacra, sin importar si queda o no dentro de los nuevos límites que pasaría a tener el sitio, puesto que consideran que también forma parte del patrimonio cordobés.
«Nosotros remarcamos la necesidad de que los proyectos viales de la Provincia tengan en cuenta otros aspectos más allá del turismo», sostienen, en relación a que también se contemplen los emprendimientos similares a La Pequelette.
En línea con lo anterior, Héctor y Magalí ratifican que su principal motivación para llevar adelante esta solicitud es justamente «valorar el monte para la producción agroecológica».
Obras que avanzan sin planificación
Esta problemática en Calamuchita sucede en simultáneo al ensanchamiento de un camino rural entre Villa Las Rosas y San Javier, en el Valle de Traslasierra.
Si bien distan vastos kilómetros entre las regiones implicadas, la situación es similar: la escasa información en torno a las obras de Vialidad ejecutadas por el Gobierno de Córdoba genera rispideces y dudas entre la población afectada, que desconoce la veraz planificación de los proyectos.
Si la Provincia continúa avanzando bajo criterios de transporte por sobre una situación de necesidad de proteger los ecosistemas que habitamos, las consecuencias serán catastróficas no solo para nosotros sino también para las generaciones venideras.