Una investigación arrojó que 3 de cada 4 apostadores le dedican hasta 2 horas diarias a esta actividad.

Profesionales y docentes egresados de las Universidades de Buenos Aires, Hurlingham, Morón y Lomas de Zamora, realizaron un relevamiento que expuso que el 40% de los jóvenes y adolescentes argentinos reconocieron haber apostado.
La investigación, titulada “Apostar No es un Juego”, fue realizada en la mayoría de las provincias a través de 9 mil encuestas. Esto arrojó que 3 de cada 4 apostadores le dedican hasta 2 horas diarias, lo que posiblemente pueda convertirse en una adicción.
El director general del proyecto y docente de la Universidad de Buenos Aires, Martín Romero, afirmó que “la situación es un poco más problemática de lo que ya sabíamos que era”.
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A esto, Romero agrega un punto clave: que los jóvenes son más susceptibles por un tema de madurez psicológica.
“Tenemos un problema de velocidades también. Hay estudios internacionales que dicen que a una persona adulta le lleva 7 años convertir un consumo problemático en una adicción. En adolescentes y jóvenes, ese tiempo se reduce a dos años”, sostuvo.
Y sumó: “Tenemos que tomar cartas en el asunto como sociedad. Desde las escuelas y los padres y sobre todo quienes tienen que sancionar leyes, normas y regulaciones que restrinjan la penetración de estos sitios de apuestas”.
Por último, remarcó que la ludopatía puede afectar a los jóvenes con síntomas de insomnio, irritabilidad, agresión, peleas en el colegio, deudas, robos, intentos de suicidio, entre otros.
Otros datos relevantes
- El 70% considera que el hábito de hacer apuestas tiene efectos negativos.
- Un 30% de los apostadores ha experimentado ansiedad o estrés por el hecho de no haber podido realizar una apuesta.
- La mayoría de los apostadores (60%) consideran que ganan por efecto del azar, sobre todo para aquellos que apuestan en casinos. Al mismo tiempo, 1 de cada 5 considera que el resultado depende de sus conocimientos en el deporte, disciplina o equipo apostado.
- En promedio, los adolescentes y jóvenes apuestan el equivalente a 2 de cada 3 pesos que reciben de sus padres y madres para afrontar gastos cotidianos.
- Se mueven en un ambiente donde predomina el clima de apuestas. 3 de cada 4 conoce amigos, amigas o allegados que realizan apuestas en línea. El extendido entorno de apostadores es un factor de riesgo para quienes aún no han apostado o para quienes, incluso apostando, pretenden dejar el hábito.