Disminución de la demanda interna, pérdida del salario real y contracción de sectores clave son los principales factores que explican la caída.

Argentina cerró el año 2024 con la peor caída industrial del mundo, con una reducción del -9,4% en su producción. El país se encuentra en la última posición de los 79 analizados.
Así lo indica el informe realizado por la organización Misión Productiva, que releva datos de la ONUDI (Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial).
El relevamiento de Misión Productiva toma la variación promedio de la producción industrial durante todo el año pasado registrado por la ONUDI.
Según el informe de Misión Productiva, los principales factores de esta situación crítica fueron la disminución de la demanda interna vinculada a la pérdida del salario real y la contracción de sectores clave como el de la construcción.
Otras condiciones económicas en Argentina que agravaron la caída industrial fueron la eliminación de opciones de financiamiento para pymes, programas de promoción sectorial y herramientas de desarrollo tecnológico.
Durante el año 2024 se perdieron 30.000 empleos en el sector industrial, responsable de generar 1.200.000 puestos de trabajo.
La industria argentina sostuvo precios un 50% más bajos que el Índice de Precios al Consumidor (IPC). No obstante y sobre todo luego de la disminución de retenciones en el campo, los industriales exigieron también una reducción de impuestos.
La UIA (Unión Industrial Argentina) expresó su preocupación por el estado actual de la industria argentina. Por ello Luis Caputo, Ministro de Economía de la gestión de Javier Milei, se reunión con la institución hace aproximadamente un mes.
Allí afirmó que el Gobierno Nacional apoya a la industria pero no brindó una sola medida concreta que contribuya a mejorar la crisis.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA, dijo en ese encuentro que «la industria no quiere protección ni condiciones especiales sino igualdad de oportunidades para competir frente a un mundo convulsionado en materia comercial”.
Por el contrario, la mayor apertura comercial a la que apunta el Gobierno en el 2025 genera las condiciones para que Argentina acreciente aún más su caída industrial.
Algunos de los sectores más comprometidos
El informe de Misión Productiva muestra que la contracción industrial en el país fue generalizada, pero afectó especialmente a minerales no metálicos (-24,3%), muebles y otras manufacturas (-18,6%) y maquinaria y equipo (-18,6%). El bloque de refinación de petróleo fue la excepción, creciendo un 2% en el año.
En declaraciones a Ámbito Financiero, la economista Paloma Varona asegura que es “preocupante” la instalación de un discurso “anti-industrial” que “naturaliza la destrucción de capacidades productivas”.
“La industria no es un lastre: es un componente clave del desarrollo, la innovación y el empleo de calidad”, aseguró Varona.
Respecto a la situación en Argentina y esta gran caída industrial, la economista concluyó que «recuperar capacidades industriales lleva años” pero “perderlas puede ocurrir en meses”.