El exgobernador de Buenos Aires es una pieza clave para que el Gobierno de Brasil deje atrás las críticas que hizo Milei sobre Lula durante la campaña.
Antes del fin de semana pasado, muchos de los grandes portales de noticias confirmaban que Daniel Scioli sería el futuro ministro de Turismo y Deportes del Gobierno de Javier Milei. Sin embargo, el dato era falso: todo indica que seguirá en su rol de embajador argentino en Brasil.
«Estoy en Brasilia, nada que ver», afirmó en declaraciones al portal La Política Online, y agregó: «Estoy ayudando en Brasil a encauzar todo esto».
Desde el partido de La Libertad Avanza afirmaron que la intención es que Scioli siga en Brasil para recomponer el diálogo entre Milei y el gobierno de Lula da Silva. «La idea es ayudar en especial el sector privado de ambos países y dar garantías de la mayor armonía posible«, señalaron los voceros del presidente electo, en diálogo con Clarín.
Hoy el exgobernador de Buenos Aires parece que es una pieza clave para que el Gobierno de Brasil deje atrás las críticas que hizo Milei sobre Lula durante la campaña. El líder libertario dijo en reiteradas oportunidades que no tendría «ningún tipo de relación» con el presidente de Brasil por ser «un comunista».
Diana Mondino, futura canciller de LLA, es quien viene trabajando a contracorriente del discurso de Javier Milei y es quien pidió que Daniel Scioli continúe al frente de la embajada. «La voluntad es que Scioli siga y es también la opinión en el caso de Brasil», reconoció la virtual jefa de la diplomacia de Milei.
Sobre la relación entre Brasil y Argentina, Mondino sostuvo: “Era bastante importante desarticular todas estas cosas que se han estado diciendo, de que romperíamos relaciones. Eso ha sido, es y será un disparate por infinitas razones, es un disparate que se haya supuesto que podíamos tener alguna dificultad”.
