Además, Vanina Correa, tras 21 años bajo los tres palos de la Albiceleste, colgó los guantes y se despidió del equipo nacional. Retiros, renuncias, debuts y polémicas, ¿Qué sensación nos dejó esta turbulenta fecha FIFA?

La Selección Femenina de Argentina jugó su primera fecha FIFA del año en territorio nacional. La Albiceleste disputó los dos partidos contra Costa Rica, y en ambos superó a las centroamericanas por 2 a 0.
El primer encuentro fue el viernes pasado en el estadio Ciudad de Caseros, casa de Estudiantes de Buenos Aires, y con tantos de Estefanía Palomar y Rocío Bueno, quien debutó en Argentina a sus 31 años, la Albiceleste superó a la visita por 2 a 0.
Luego, el lunes, la selección dirigida por Germán Portanova cerró su fecha FIFA en el estadio Ciudad de Vicente López, cancha de Platense, y volvió a ganarle 2 tantos a 0 a las costarricenses. En esta ocasión, los goles fueron de Maricel Pereyra y Yamila Rodríguez.
El balance, en cuanto a resultado deportivo, la Selección Femenina dejó una imagen positiva contra Costa Rica, rival que se ubica en el puesto 44º del Ranking FIFA (Argentina descendió al 33º). Tras el regular desempeño en la Copa de Oro de Concacaf, la Albiceleste dejó una mejor imagen jugando de local contra un rival inferior.
En un contexto de recambios y constantes bajas (renuncias y otras por decisión del entrenador), siendo un equipo alternativo y en reconstrucción, esta doble victoria les sirve mucho al equipo nacional para volver a buscar una identidad y estilo de juego.
A su vez, Vanina Correa, histórica arquera rosarina, jugó sus últimos minutos con la camiseta y cinta de capitana de Argentina y se despidió de la Selección Femenina luego de 21 años y 4 mundiales defendiendo el arco.
La arquera de Rosario Central, de 40 años de edad, cerró un gran ciclo con la Albiceleste, tras presencias en las divisiones juveniles, en la mayor, torneos internacionales, y siendo protagonista de la única Copa América que conquistó la celeste y blanca.
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Asimismo, en la previa de la fecha FIFA, tras las repentinas renuncias de Benítez, Stabile, Cruz y Oliveros, Vanina Correa fue una de las referentes convocada en la Selección Femenina que salió a responder públicamente las acusaciones de sus compañeras que renunciaron al equipo.
La rosarina detalló que las futbolistas que conservaron su convocatoria, apelaron a una reunión con los dirigentes, y la misma fue positiva. No obstante, desde AFA no se expresaron públicamente con respecto a viáticos, ni en pos de solucionar lo que las jugadoras expusieron.
De esta manera, en cuanto a lo grupal, lamentablemente esta fecha FIFA no dejó buenas sensaciones y proyecciones de cara a un futuro a corto y mediano plazo con respecto a la relación entre las jugadoras. Esta realidad volvió a exponer una preocupante y notoria desunión adentro del equipo, que claramente es influyente al regular rendimiento de la Selección Femenina hace un tiempo.
Versiones cruzadas, dos realidades distintas desde afuera y adentro del equipo, y una sensación de que el lema de Portanova de «priorizar el grupo», fue solo un deseo que quedó en sus primeros discursos como entrenador.
Este escenario, hostil, injusto y tristemente cíclico, no hizo otra cosa que opacar los debuts de jugadoras como Rocío Bueno, Catalina Ongaro, Sofía Domínguez, y Kishi Núñez, quienes jugaron sus primeros minutos con la Selección Mayor, y lo hicieron de una forma positiva.
Entonces, ¿Cuál es el balance general de esta movida semana que atravesó el equipo femenino nacional? ¿En qué quedó el reclamo de las cuatro jugadoras que renunciaron a Argentina? ¿Por qué la Asociación del Fútbol Argentino no llevó claridad con lo expuesto desde afuera por las futbolistas? ¿Cuál fue el detonante para que esta camada histórica se haya fragmentado y desunido? ¿Las diferencias entre las «de adentro» con las «de afuera» son más fuertes que las coincidencias para construir un objetivo como grupo?
Y desde la dirigencia, tanto las autoridades desde la AFA como el propio Germán Portanova, ¿No tienen las herramientas o el interés suficiente como para reunir una camada histórica de jugadoras que resignaron su carrera por cuestiones extrafutbolísticas?
Con respecto a lo futbolístico, luego de la renuncia de Laurina Oliveros, arquera de gran experiencia y trayectoria, sucesora de Correa, ¿Quién será la elegida por Portanova para defender el arco argentino? Lo propio para los puestos de Julieta Cruz y Stábile, protagonistas vitales en la defensa, ¿Quiénes las suplirán al construir una nueva base?
Nuevamente, rebalsan las preguntas y desde ningún sector aparece alguna respuesta. Un punto de luz que ilumine el incierto porvenir de la Selección Femenina. Una incertidumbre sostenida en el tiempo, que cíclicamente vuelve a irrumpir en este presente para recordarnos que, aparentemente, aún queda mucho camino para ser una selección competitiva.
De momento, Argentina solo dependerá de encuentros amistosos, ya que no tendrá competencias oficiales debido a que no clasificó a los Juegos Olímpicos, y ya disputaron los Juegos Panamericanos y la Copa de Oro de Concacaf.