La semana pasada se conmemoró un nuevo “Día de Solidaridad con el pueblo palestino” tras cumplirse 75 años de la partición ilegal de Palestina por decisión de la ONU. El Resaltador dialogó con Abs Alshalade, palestino residente en Hebrón y director del medio “Palestina Hoy”, con el fin de comprender los avances y retrocesos de la resistencia, la posibilidad de una nueva intifada palestina, las elecciones en Israel y el rol de la comunidad internacional en el apartheid sionista.

Por Rodrigo Savoretti
El 29 de noviembre de 1947 la Organización de las Naciones Unidas -compuesta en aquél entonces solo por 50 países-, votó la polémica resolución 181 II. La misma estableció la repartición del territorio de Palestina (colonizado por el imperio británico) en dos partes: estado judío – estado palestino. Los judíos extranjeros representaban solo un 30% de la población mientras que los nativos palestinos lo hacían en un 70%.
Meses más tarde, en mayo de 1988, el “Estado de Israel” declaró su independencia. Esto provocó la Guerra árabe-israelí con los Estados que ya estaban asentados y conformados hace años en esa parte de Medio Oriente. Israel pudo obtener la victoria en dichos conflictos por el apoyo de la comunidad internacional de influencia estadounidense-europea, y -rompiendo la propia resolución 181- decidió ampliar sus territorios imponiendo un régimen de ocupación ilegal e ilegítimo.
En 1997, al cumplirse 50 años de la firma de la resolución que repartió Palestina, la misma ONU, en asamblea general, decidió denominar tal fecha como el “Día de Solidaridad con el pueblo palestino”. El martes pasado se cumplieron 75 años del inicio de la ocupación israelita en Palestina, lo que es denominado por este último pueblo como la “nakba”, que significa “desgracia” y/o “catástrofe”.
Desde entonces, el conflicto palestino-israelí se ha profundizado durante décadas tras la permanente y sistemática violación a los derechos humanos, civiles, políticos, religiosos y culturales del pueblo palestino por parte de los judíos sionistas al mando de Israel con el aval del mundo occidental.
Resistir, esa es la cuestión
“Decir ‘soy palestino’ o izar nuestra bandera en nuestro territorio, es un acto de resistencia ya que pueden matarte o encarcelarte por hacerlo” denuncia el director de Palestina Hoy.
Palestina ha resistido siempre durante el siglo XX, primero al imperio británico y luego a Israel. Esa resistencia es histórica y ha ido mutando a lo largo del tiempo como veremos a continuación. Para empezar, Abs señala que la resistencia “es un derecho legítimo de todo pueblo que esté bajo un régimen de ocupación”.
“La resistencia no es solo armada, es una resistencia que se da en todos los ámbitos, es decir, hay una resistencia educativa y cultural muy logradas en Palestina y eso también es un problema para los colonos” afirma.
El régimen de ocupación israelí -para Abs- tiene varias caras. No es la misma en todos los territorios ocupados. “Nosotros no tenemos una ocupación tradicional, sino una ocupación experta y profesionalzada en la tortura y el exterminio de los palestinos en cada territorio específico, ya sea en Jerusalén, en Cisjordania o en Gaza”.
En los últimos 40 años la resistencia ha tenido dos momentos históricos de gran trascendencia: las “intifadas palestinas” (levantamientos populares contra el régimen).
La primera de ellas se da en 1987 y es denominada intifada de las piedras. La misma “fue clave para que todo el mundo se enterara de lo que estaba sucediendo con nuestro país”, define Alshalade. Duró seis años hasta la firma del Acuerdo de Oslo en 1993 con la llegada de la Autoridad Nacional Palestina, organización administrativa autónoma que “gobierna” transitoriamente desde 1994 algunos territorios palestinos.
La segunda intifada tiene lugar en el año 2000 y las piedras pierden protagonismo como herramientas de lucha tras la toma de armas por parte de distintos sectores palestinos. El resultado es un recrudecimiento del conflicto y las importantes bajas de civiles palestinos y colonos sionistas.

Desde entonces -según Abs- la resistencia se ha ido debilitando en los últimos 20 años por dos motivos centrales:
Con las invasiones e intervenciones militares de Estados Unidos, la OTAN y UE a los demás países árabes vecinos de Palestina, tales como Yemén, Kuwait Irak, Siria, Líbano, Sudán, Somalía y no árabes como Afganistán, la resistencia palestina se ha debilitado ya que el apoyo del mundo árabe no cooptado por Israel, fue y es de vital importancia para el país ocupado.
Otro factor que para Abs ha profundizado cierta debilidad en la resistencia palestina es la división de los civiles en dos grandes movimientos partidos políticos-armados como lo son Hamas y el Movimiento Al Fatah.
¿Nueva intifada?
Pese a ello, este año ha tenido lugar el surgimiento de una nueva guerrilla palestina conformada en su mayoría por cientos de jóvenes de entre 18 y 25 años. “La Guardia de Leones” ha realizado exitosas intervenciones militares contra el ejército israelí en el sur de Cisjordania y despierta la esperanza de amplios sectores palestinos.
“La llegada de estos jóvenes marca de alguna manera un nuevo hito en la resistencia ya que no son orgánicos a los dos grandes movimientos políticos-armados, lo que representa un nuevo camino” advierte Abs.
Israel y la “comunidad internacional” los han tildado de “terroristas”, a lo que Abs responde y categoriza el señalamiento como la “doble vara occidental”. “Acá se ve la hipocresía occidental, en el caso de Ucrania cuando ellos se defienden son ‘héroes’ pero cuando acá cuando defendemos nuestros hogares y familias ante uno de los ejércitos más sostificados del mundo ya somos ‘terroristas’” acusa.

Para el médico palestino, en la calle se respiran aires renovados de resistencia que dejan atrás la debilidad anteriormente descripta.
“Quizás estamos ante el comienzo de una nueva intifada palestina, la número tres. En la calle se siente. Aún es temprano pero hay un camino que ha comenzado a abrirse de nuevo” señala el residente de Hebrón.
Elecciones en Israel, muerte en Palestina
El primero de noviembre se llevó a cabo la quinta elección en el Parlamento Israelí en cuatro años para elegir al Primer Ministro. Entre candidatos de derecha y extrema derecha, ganó Benjamín Netanyahu, quien ya gobernó el país durante 12 años a pesar de estar procesado por corrupción y fraude. Superó así a su contrincante y hasta entonces gobernador de Israel, Yair Lapid.
“Siempre que hubo elecciones en Israel, asesinaron palestinos en Gaza o en otros territorios para tener más votos” señala Alshalade.
En esta contienda electoral el auge de la ultraderecha supremacista judía antiarabe, racista y homófoba fue una novedad amarga para los palestinos. El Movimiento Sionismo Religioso se consolidó como tercera fuerza con 15 escaños en el parlamento que se sumarán al bando del Primer Ministro gobernante. De esta manera, las tres fuerzas dominantes del sistema político son declaradas antipalestina.

EEUU, algo más que un buen amigo
Para comprender por qué Estados Unidos e Israel tienen una relación política y económica estrecha, Abs señala dos factores claves:
“Primero, sepamos que el sionismo maneja el Congreso de los EEUU y también es quien dirige la política económica del país, por ende, quien gobierna ese país siempre apoyará a Israel. Segundo, Israel tiene la función establecida por USA que es no dejar crecer a los países árabes” advierte.
Geopolíticamente Israel le interesa demasiado a EEUU ya que constituye un territorio central en Medio Oriente que le ha servido de base de operaciones para todas las invasiones realizadas a los estados del mundo árabe.
“Israel es el cáncer de medio oriente. Tiene bombas nucleares y armas prohibidas como el fósforo blanco que tiró en Gaza durante el 2014 pero para la autodenominada comunidad internacional no parece importarle” sentencia el médico palestino.
Hace menos de tres semanas, la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución -con la ratificación de 167 naciones, el voto en contra de cinco y siete abstenciones- que confirma el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y la libertadad, garantizado por todas las leyes internacionales.
¿Tendrá lugar una nueva intifada? ¿Cómo reaccionará la “comunidad internacional” con 167 países apoyando explícitamente al pueblo palestino? ¿Podrán los sionistas seguir sofocando el fuego palestino?