Son 5 los policías acusados que serán juzgados en la causa, solo uno es juzgado por homicidio. El resto, a pesar de su complicidad, recibió imputaciones leves.

La Cámara del Crimen de Villa Dolores elevó a juicio la causa por el crimen del Joaquín Paredes, el joven que fue víctima de gatillo fácil por parte de la Policía de Córdoba en 2020.
Son 5 los policías acusados que serán juzgados en la causa. Solo uno de ellos, Mikael Mercedes López, está imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y coautor de lesiones graves.
Al resto de los efectivos les pesan acusaciones más leves, quedaron desvinculados del asesinato. Se trata de Iván Alexis Luna, Enzo Ricardo Alvarado, Jorge Luis Gómez y Ronald Nicolás Aliendro que quedaron acusados como autores de “disparo de arma de fuego calificado por su condición especial de policías” que no es sino una de las formas de “abuso de arma”.
La polémica surge porque el tribunal de Villa Dolores dio lugares a las apelaciones de la defensa y revirtió la decisión que había tomado, en primera instancia, el juzgado de Control de Cruz del Eje.
Originalmente, el pedido de elevación a juicio, impulsada por la Fiscalía de Instrucción de la ciudad de Cruz del Eje, solicitaba que todos los policías sean juzgados como supuestos coautores responsables del delito de homicidio calificado. También, por abuso en sus funciones y por amenazas calificadas por el uso de arma de fuego.
«Bochornoso»
El Resaltador se comunicó con Ivana Reynoso, miembro del colectivo «Justicia por Joaquín», quien calificó de «bochornoso» el cambio en las imputaciones.
«Esta Cámara del Crimen manoseó nuestra lucha desde el principio, excarceló a 4 homicidas. No es novedad lo que hacen, es parte del plan en el que el Gobierno manda, la Policía ejecuta y los jueces encubren. Jueces ex policías como Escudero. Es perverso pero es real. No nos sorprenden estas acciones, sí nos dan muchísima impotencia», manifestó.
Desde la organización señalan que la acusación debería haber continuado bajo la figura de homicidio calificado e intento de homicidio. «Ellos planearon el asesinato de Joaquín, y participaron colectivamente. Lo demuestran las conversaciones que se enviaron antes de disparar, esos chats que los jueces dolorenses no quisieron tener en cuenta», señaló Reynoso.
De cara al juicio, remarcó que todas las prueban volverán a salir en las audiencias y pedirán nuevamente la elevación de las imputaciones. «Allí daremos la pelea más fuerte. Los hechos no cambiaron, solo nos quieren cansar con estas acciones nefastas», indicó.
El caso
Joaquín Paredes, de 15 años, fue baleado por efectivos de la Policía de Córdoba el 25 de octubre de 2020 en la localida de Paso Viejo. El hecho ocurrió minutos después de las 4 de la mañana y sin ningún tipo de enfrentamiento.
Los jóvenes eran alrededor de 15 y se encontraban tomando alcohol y escuchando música. Los policías les habían dicho que se retiraran del lugar y cuando se alejaron, desde el móvil comenzaron a disparar. Ahí fue cuando hirieron a tres personas, una de ellas fue Joaquín que recibió un balazo en el pecho.
Desde las Departamentales Norte de la Policía de la Provincia de Córdoba intentaron justificar el hecho declarando que la multitud se “avalanzó contra los efectivos” creando disturbios y arrojando piedras y objetos.