Los docentes José Palazzo y Edmundo Barbará, habían sido propuestos como «Profesores Eméritos» por la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba.

Este martes, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba rechazó distinguir con un reconocimiento oficial a dos docentes que tuvieron cargos políticos durante la última dictadura.
La propuesta había sido elevada por el Consejo Directivo de la Facultad de Derecho, y generó repudió entre organismos de Derechos Humanos, docentes y agrupaciones estudiantiles.
El pedido de distinción de «profesores eméritos» para Barbará fue rechazada por 34 votos y se registraron 3 abstenciones. La designación de Palazzo fue rechazada por 35 votos y se registraron 4 abstenciones.

La tibieza la UNC ante los antecedentes de los postulados
No es la primera vez que en democracia la institución reconoce – o intenta hacerlo- como Eméritos a funcionarios de la Dictadura.
Antes de la votación, desde la Asamblea comentaron que al no ser un hecho aislado, es la clara línea política del sector reaccionario y conservador que gobierna en la UNC.
¿Por qué no se rechazó inmediatamente el pedido de distinción? ¿Por qué no pesaron los antecedentes de estos personajes?
José Palazzo, fue subsecretario de Estado de la Provincia de Córdoba en junio de 1979 y muy cercano a Benjamín Menéndez.
“Conozco al Dr. Palazzo desde hace muchos años por ser sobrino de una tía política mía. Tenemos pues parientes comunes y además lo he tratado permanentemente. No sólo el Dr. Palazzo no tiene simpatías ideológicas izquierdistas, sino que ha sido un luchador frontal contra los elementos comunistas que en su oportunidad infestaron nuestra provincia, en particular la Empresa Provincial de Energía. Allí en EPEC actuó y desplazó a los seguidores nada menos que de Tosco”, escribió el genocida Menéndez, sobre este personaje.

Jorge Edmundo Barbará, fue Subsecretario de Gobierno y Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Córdoba. Este ex funcionario y docente no explicita- no quiere decir- cuándo desarrolló estas funciones.
Pero según pudo confirmar Cba24n, Barbará trabajó junto a Rubén Juan Pellanda, quien fue interventor municipal entre 1981 y 1982.
¿Qué más necesitaba la UNC para tomar una postura clara e inmediata contra quienes participaron de la última dictadura militar?
La organización estudiantil levantó las banderas de los 30.400 desaparecidos y desaparecidas
El rechazo masivo se tradujo en una movilización en las calles hacia el Consejo Superior de la UNC. Si bien, la votación fue virtual, la presión en la vía pública fue clave.
Se intentó enterrar la memoria, pero esta lucha no pierde fuerza, pasa de generación en generación, y en trasnversal a la sociedad. Cuidarla es una batalla cotidiana, activa y colectiva.