El último trabajo presentado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), advierte sobre un panorama desalentador de consecuencias potencialmente graves para la humanidad.

El informe del WWF reveló que el mundo perdió más de dos tercios de la fauna silvestre en menos de 50 años, es decir, desde 1970.
¿Esto que significa? que globalmente las poblaciones monitoreadas de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido en 68% en promedio.
En esa línea, resaltó que las zonas tropicales de América Central y del Sur son las más afectadas, con un desplome del 94%.
El trabajo presenta entre sus parámetros más relevantes el Índice del Planeta Vivo (IPV) que mide la abundancia de casi 21,000 poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios en el mundo.
En América Latina y el Caribe gran parte de la disminución general del IPV de se reflejó en reptiles, anfibios y peces, grupos que se ven afectados por una variedad de amenazas. Por ejemplo, los reptiles fueron el cambio de uso de suelo y la sobreexplotación. Mientras que para los anfibios, las enfermedades y la pérdida de hábitat son las mayores amenazas.
¿Cuál es el factor más relevante de la pérdida de biodiversidad en los sistemas terrestres? el cambio de uso de suelo,causado por la conversión de hábitats nativos prístinos (bosques, praderas y manglares) en sistemas agrícolas, sumado a que gran parte de los océanos ha sufrido sobrepesca.
Por ejemplo, en América Latina y el Caribe la pérdida de biodiversidad se debe en un 51.2% a los cambios de uso de suelo, incluyendo la pérdida de hábitat y la degradación de los suelos.
En esa línea, esta nueva edición resalta que la deforestación y la expansión de fronteras agrícolas son claves para explicar la desaparición del 68% de la fauna silvestre entre 1970 y 2016.
Un dato a tener en cuenta: La actividad humana que genera la sociedad de consumo degradó tres cuartas partes de las tierras y el 40% de los océanos.
¿Sabías que un tercio de la superficie terrestre y tres cuartas partes de los recursos de agua dulce se dedican ahora a producir alimentos?. El informe reveló que en los océanos, el 75% de las reservas de peces están sobreexplotadas.
El documento advierte que sin la biodiversidad del suelo los ecosistemas terrestres pueden colapsar, ya que hasta el 90% de los organismos vivos de estos ecosistemas, incluidos algunos polinizadores, pasan parte de su ciclo de vida en estos hábitats.
“Además de la producción de alimentos, la biodiversidad del suelo proporciona una amplia gama de funciones y servicios de los ecosistemas, incluida la retención y purificación del agua, el ciclo de los nutrientes, la degradación de algunos contaminantes y la regulación de los gases de efecto invernadero, así como el mantenimiento de plantas y animales”, explicó Luis Germán Naranjo, Director de Conservación y Gobernanza de WWF Colombia.
El trabajo destaca que para revertir esta pérdida de biodiversidad, la conservación es fundamental pero no suficiente. Por esto, exigen, entre otras cosas, transformar los patrones de producción y consumo de alimentos.
“La conclusión es clara: la naturaleza está siendo transformada y destruida a una velocidad sin precedentes en la historia, con un costo muy alto para el bienestar del planeta y de la humanidad. La pérdida de biodiversidad es un auténtico reto para la economía, el desarrollo y la seguridad global”, indicó Roberto Troya, Director Regional de WWF para América Latina y el Caribe.