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29 años del atentado a la AMIA, 29 años de impunidad

A casi tres décadas de aquel 18 de julio de 1994, la causa sigue sin condenados. Con una investigación plagada de irregularidades, aún hoy hay más preguntas que respuestas. Este 18 de julio se cumplen 29 años del atentado a la Asociación Mutual Israelita (AMIA), ubicada en Pasteur 633 (Barrio de Once, Ciudad Autónoma de […]

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A casi tres décadas de aquel 18 de julio de 1994, la causa sigue sin condenados. Con una investigación plagada de irregularidades, aún hoy hay más preguntas que respuestas.

Este 18 de julio se cumplen 29 años del atentado a la Asociación Mutual Israelita (AMIA), ubicada en Pasteur 633 (Barrio de Once, Ciudad Autónoma de Buenos Aires).

La AMIA es una institución centenaria, cuyos objetivos son promover el bienestar y el desarrollo de la comunidad judía argentina, para asegurar la continuidad de las tradiciones y valores de su pueblo y afianzar el sentido de comunidad. El edificio abrió sus puertas en 1945.

Aquel lunes de julio del año 1994, a las 9:53 de la mañana, un autobomba estalló en la sede. La onda expansiva no solo provocó la demolición total del edificio, sino que además destruyó árboles, carteles, viviendas y negocios que estaban ubicados hasta seis cuadras a la redonda.

El saldo fatal fue de 85 personas muertas y más de 300 heridos, entre los que se encontraban trabajadores de la AMIA, transeúntes, jóvenes, ancianos y personas que estaban en las inmediaciones realizando mandados.

Contexto del atentado

Este atentado fue el sucesor de la destrucción del edificio de la Embajada de Israel en Argentina, ocurrido en marzo de 1992. En aquella oportunidad, murieron 29 personas y hubo 242 heridos.

Entre el 19 y 27 de julio de 1994, otros atentados contra la colectividad se replicaron en el mundo. Entre ellos, un pequeño avión que realizaba un vuelo interno en Panamá estalló en el aire. Murieron las 21 personas a bordo, de las cuales 12 eran judías.

A su vez, un artefacto explosivo estalló frente a la embajada de Israel en Londres, dejando 20 heridos. 24 horas más tarde, otro frente a una organización caritativa judía en el norte de la capital británica dejó cinco personas heridas.

El relato del horror

Los sobrevivientes del atentado a la AMIA dijeron que el 18 de julio de 1994 escucharon un fuerte estruendo y luego quedaron envueltos en una nube de polvo y escombros. A partir de allí, el relato del horror: llantos y gritos desgarradores de personas llamando a sus familiares y seres queridos.

Mientras esperaban la llegada de los bomberos y la Policía, cientos de individuos ofrecieron su ayuda, no solo buscando a las víctimas entre las ruinas, sino recuperando libros, documentos y esculturas que simbolizaban la historia material de la memoria de la colectividad judía en Argentina.

Las tareas de rescate se prolongaron durante diez días. En un primer momento, la Justicia de nuestro país le endilgó la responsabilidad del atentado a la organización islámica libanesa Hezbollah, y al gobierno de Irán de aquel entonces. Ambos negaron sus injerencias en los hechos.

Investigación

A casi 30 años del atentado, no hay ni un solo condenado. La investigación estuvo caracterizada por las trabas, zonas oscuras y todo tipo de idas y vueltas, que entorpecieron la causa durante el menemismo. El entonces presidente Carlos Menem fue acusado de encubridor, y de haber violado los deberes como funcionario público.

La responsabilidad del exmandatario fue planteada debido al supuesto abandono deliberado de la investigación sobre el ciudadano de origen sirio Alberto Kanoore Edul, quien aparentemente tenía vínculos con la familia Menem.

La primera investigación judicial por el atentado a la AMIA fue encabezada por el juez federal de instrucción Juan José Galeano. Durante los primeros meses -paralelamente, los más importantes-, el proceso estuvo plagado de irregularidades, porque la SIDE participó de la investigación.

Tal es así, que para mediados de 1996, su trabajo aún no había arrojado ningún resultado. Esto incentivó que la agrupación Memoria Activa, conformada tiempo después del atentado, comenzara a reunirse todos los lunes frente al Palacio de Justicia para leer el listado de víctimas y pedir el esclarecimiento del caso.

La declaración de Telleldín

A causa de la presión social, el juez y la SIDE debieron buscar un chivo expiatorio. Así apareció en escena Carlos Telleldín, un vendedor de autos que había sido detenido por ser el último titular de una camioneta que se encontró entre los escombros de la sede.

En 1996, Telleldín declaró ante el juez que esa camioneta se la había dado a un grupo de policías de PBA, bajo el argumento de que los agentes solían extorsionarlo, por lo que había decidido darles el vehículo a cambio de protección para su empresa ilegal de venta de vehículos robados.

Galeano ordenó entonces la detención de 15 agentes, entre ellos Juan José Ribelli, jefe de la Brigada de Investigación del municipio de Lanús de la Provincia de Buenos Aires.

Llegado el segundo aniversario del ataque, las autoridades estatales aseguraron a la población argentina que la célula terrorista responsable de la bomba, había sido desmantelada. En ese contexto, la historia sonaba bastante creíble.

El comienzo del juicio

A fines de 2001, comenzó el juicio contra los policías de Provincia acusados de participar del atentado, teniendo como única prueba la declaración de Telleldín.

Apenas comenzada la gestión del presidente Néstor Kirchner en 2003, un sector de la Secretaría de Inteligencia confesó que varios policías habían sido parte de un soborno vinculado a la investigación. El gobierno decidió relevar a los agentes por decreto.

En 2004, la causa acumulaba más de 100 mil páginas y 1500 carpetas con escuchas. Luego de la remoción del juez Galeano por incompetente, el juicio finalizó con un fallo demoledor del Tribunal Oral Federal 3: a raíz de las múltiples irregularidades durante el proceso investigativo, el dictamen declaró la nulidad.

Nisman continuó la investigación

Néstor Kirchner designó al fiscal Alberto Nisman para que continúe la investigación. Sin embargo, Nisman ya había participado del equipo de investigación inicial que había colaborado con la Secretaría de Inteligencia; por lo que gran parte de sus pistas y datos habían sido proporcionados por la secretaría.

En 2006, Nisman emitió una acusación de 800 páginas acusando a ocho ex funcionarios iraníes, entre ellos el ex presidente Alí Akbar Rafsanjani y el ex ministro de inteligencia Alí Fallahian. También señaló al Hezbollah como el ejecutor del atentado.

El 7 de noviembre de 2007, Interpol ratificó las conclusiones de la Justicia argentina. El entonces Gobierno argentino requirió a Irán la extradición de sus ciudadanos acusados por el ataque para ser juzgados por un tribunal de nuestro país o extranjero.

El Memorándum con el gobierno iraní

En enero de 2013, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que había alcanzado un acuerdo con el Gobierno iraní. El Memorándum incluía la creación de una Comisión de la Verdad, integrada por juristas internacionales propuestos por cada país, para interrogar en Teherán a los ciudadanos iraníes que tenían un pedido de captura de Interpol.

El 14 de enero de 2015, el fiscal Nisman presentó una denuncia alegando que el acuerdo era una maniobra de Cristina y otros funcionarios para encubrir el atentado y proteger a los iraníes. Nisman pretendía declarar ante los legisladores el 19 de enero, pero fue encontrado muerto el domingo 18.

La denuncia del fiscal contra la ex presidenta no prosperó, porque determinaron que carece de sustento y pruebas. En 2015, además, comenzó en Buenos Aires el juicio para determinar las responsabilidades penales individuales de los funcionarios vinculados al caso.

Dato: A pesar de que el Memorándum se votó en el Congreso, la causa contra CFK sigue sin cerrarse completamente.

Absolución de Menem

En 2019, un tribunal de Buenos Aires declaró absuelto a Menem por la causa de encubrimiento que pesaba en su contra, mientras que declaró culpable al juez Galeano por los delitos de peculado, prevaricato, privación ilegal de la libertad, encubrimiento y violación de medios de prueba.

Además, el exsecretario de Inteligencia del gobierno de Menem, Hugo Anzorreguy, fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión por peculado y encubrimiento.

Mientras que Telleldín fue condenado a tres años y 6 meses de prisión por malversación de fondos, al haber recibido 400 mil dólares que provenían de las reservas de la SIDE.

Han pasado casi tres décadas de uno de los mayores atentados de la historia de nuestro país, y el caso sigue impune. Con más preguntas que respuestas, y sin ningún condenado, las familias de las víctimas y toda la sociedad aún esperan justicia.

Incógnitas vigentes

Teniendo en cuenta la información anterior, se pueden plantear una serie de interrogantes que persisten en torno al atentado de AMIA:

  • No se sabe quien compró la Trafic que impacto contra la mutual judía. Se desconoce quién retiró la camioneta desde la casa de Carlos Telleldín el 10 de julio de 1994 y qué pasó con este móvil hasta el día del atentado.
  • No se ha identificado al conductor suicida. Los fiscales designados después de la muerte de Alberto Nisman, establecieron por ADN, que existió esta persona pero no quien dijo el fiscal que denunció a CFK.
  • No hay información sobre de dónde salió el explosivo.
  • Estados Unidos e Israel señalaron a la organización libanesa pro-iraní Hezbollah como responsable del atentado. Salman El Reda (que tiene varios alias), fue señalado como quien coordinó la explosión. Pero hasta la fecha no se ha probado su ingreso al país ni con quién actuó. La acusación principal sigue siendo contra Mohsen Rabbani, exagregado cultural de Irán en nuestro país.

Con información del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y de Página 12.

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