Se viene una nueva edición del Flisol Córdoba capital y siempre surgen muchas preguntas: ¿y yo puedo ir, aunque no sepa nada de tecnología? ¿Y yo puedo ir, aunque sea profesional en el rubro? ¿Y si hago arte? ¿Y si soy una persona mayor o un adolescente con buzito de egresado recién estrenado? Sí, la respuesta es sí, podés acercarte, el Flisol es para todas las personas que quieren construir un futuro.

Por Utz Gregorczuk.
¿Cómo es un Flisol? El Festival Lationamericano de Instalación de Software Libre, que se realiza desde hace unos años en articulación con distintas organizaciones culturales, tecnológicas y sociales, parece un espacio tan ñoño como suena… y al mismo tiempo no lo es.
Vamos a hacer un recorrido imaginario, pero advierto que hace muchos años que no piso uno, así que para que se den una idea de qué sucede en uno de estos Festivales me voy a basar en lo que Barbi Couto, gestora de Casa Imaginada, nos describe.
Ella levanta la mirada y entre el aire va buscando las imágenes del Flisol 2024. Hace como un paso a paso, tratando darle realismo con cada detalle, recorriendo con la memoria el anterior Festival.
Lo primero que imaginamos es una mesa con partes de computadoras, que la gente trae porque las tiene juntando polvo en un rincón y que otras personas se llevan porque les sirve para reconstruir alguna o sacarle partes. Barbi dice “y ahí hay una ronda en la que están haciendo un torneo de piedra, papel y tijera improvisado, porque justo necesitan una parte específica y no hay otra igual”. Nos reímos. Es la Olla Cyberciruja de Córdoba, donde siempre se encuentra algo para recuperar la computadora.
A un costado hay Brujas. No cualquier tipo de Brujas, son de las Bucaneras, Brujas que van en Barcos de lectura, que viajan a lo largo y lo ancho de los mares de tinta. Las Brujas Bucaneras son un grupo que se formó en 2019 para intercambiar libros, crear consignas y dinámicas, clubes de lecturas, momentos de charlas. Tienen una mesa que rebosa de libros que la gente trae, que se cae de libros que la gente se lleva. Y se genera un pasamanos de lecturas interminable.
No hay registro en la memoria de Barbi ni de un PiedraPapelTijera, ni de un Pan y Queso, parece que ahí los libros realmente se van con la persona que los busca. Pero volviendo a la otra mesa, una de las personas ha ganado el Torneo, se abraza con sus contrincantes y se lleva la pieza de la Olla.

Entre los pasillos también se ven tallos de apio, calabacines y canastas con frutas. Alguien lleva un maple de huevo y va pidiendo permiso, esquivando pibites que juegan a perseguirse. Porque ahí donde hay Brujas y Cybercirujas, es la Feria Agroecológica. De fondo alguien habla sobre Soberanía Alimentaria y patentes de Semillas. Se intercambian saberes ancestrales de labriegas y cosechadores.
Y en el medio de todo esto, pasan activistas de distintas índoles: feministas, ambientalistas y de la diversidad; así como también se encuentran algunas personas fans de los juegos retro, de la tecnología, gente curiosa.
Matías Bordone, docente y también organizador del Flisol junto a Barbi y un equipo enorme, suelta la pregunta que anda dando vueltas en el aire “¿y cómo hacés para que se encuentre en un mismo lugar gente activista, de la cultura, de la tecnología, de la agroecología de… de tantos palos distintos?”
Y se entreteje entre Barbi y Mati este concepto de soberanía sobre lo que creamos, lo que hacemos, lo que comemos. Soberanía sobre nuestros propios cuerpos, nuestro trabajo, nuestro futuro. Sobre lo que consumimos como arte o tecnología, lo que crece en nuestros propios patios o macetas y es nuestro.
Entonces, hablamos de un grupo de gente que se encuentra para compartir lo que saben y lo que quieren saber, que promueven la reutilización y la creación, la creatividad y la difusión de arte y cultura, gente que aboga por una palabra LIBERTAD real. Cultura y Software Libre.
Ya empiezan las charlas. Entre la Feria Agroecológica y la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas hay alrededor de 50 metros, entonces es fácil ir y volver entre actividades, buscar un pancito casero, comprar un cafecito, volver a la clase o taller o charla.
Y ya adentro de la Facultad, Barbi sigue su recorrido en la memoria. Miramos una gran Feria de objetos y arte creados bajo licencias libres donde hay libros a la venta que se pueden copiar libremente o bajar a través de un QR.
Y también hay una máquina que le dicen Copiona donde hay: libros, música, películas, muchas otras cosas más que te podés llevar en un pendrive y son gratuitas.

Y en medio de todo esto se hace impresión en vivo de fanzines, se muestran objetos y máquinas retro, videojuegos.
Dentro de las aulas hay encuentros, charlas. No tienen a mano las charlas que hubo el año pasado, pero este año se va a editar colectivamente Wikipedia con una mirada de género, se hará música con aplicaciones libres, se enseñará sobre creación de código libre y, además, se instalará GNU y Linux en las computadoras personales de quienes se acerquen (deben inscribirse para esta instancia, por una cuestión de cupos y tiempos).
En la imaginación surge un Living, donde van a poder descansar, ver películas, debatir. Un rincón para disfrutar entre la vorágine de lo que es este evento, esperando la próxima charla.
En el relato se entremezclan los encuentros de años pasados, con lo que se espera que sea este año. Familia, amistades, encuentro comunitario, profesionales y principiantes, gente del palo tecnológico y del cultural, personas de la comunicación y la agroecología. Parece extraño, pero es un mundo de entramados libres, de personas que quieren construir otras dinámicas y lógicas.
Y parece raro, más en este momento histórico tan lleno de rabia, que un grupo de gente venga a plantear y compartir otras metodologías de intercambio de productos y saberes. Es como volver a la aldea, a lo pequeño, donde se puede dialogar y escuchar. Donde la comunidad se construye entre cada persona presente.
Y sí, promover un espíritu de lo comunitario es uno de los objetivos claves del encuentro, más allá de la cultura y el software libre, está esta idea también de volver a conectar, de dar y compartir lo que se crea y lo que se sabe. Y así sabemos que el intercambio y aprendizaje, tan necesario en los tiempos de cólera y rabia, son fuente y semilla de una comunidad posible. Está ahí, en el Flisol.
Obviamente, la entrada al evento es gratuita.
IMPORTANTE:
Habrá una inscripción previa para los talleres y la instalación de Software Libre, para tener en cuenta el cupo de los talleres y las instalaciones. Si te olvidaste, igual llegate y te anotamos cuando llegués.
Podés inscribirte para las actividades, las charlas o las instalaciones acá (además, nos sirve para tener un registro de la cantidad de personas que vienen):
Flisol.
¿Cuándo es el Flisol en Córdoba?
Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre:
- Sábado 26 de abril
- 9:30 a 19hs
Lugares:
- Feria Agroecológica
- Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC
Flisol. Pensemos el futuro.