El Ejecutivo nacional ya envió al congreso el proyecto presupuestario para el año 2020. Sólo se destinarán $10,30 para el cuidado y la protección de cada hectárea de bosque nativo. El monto asignado no cumple con lo estipulado por la Ley de Bosques sancionada en el año 2007.
La normativa 26.331 que regula los presupuestos mínimos de protección ambiental de los bosques nativos establece un Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de dichos bosques.
A partir de la ley de bosques el fondo de conservación debería contar con partidas presupuestarias – estimadas anualmente- no inferiores al 0,3% del presupuesto nacional. A ese porcentaje la normativa agrega para el fondo el 2% del total de las retenciones a las exportaciones de productos primarios y secundarios provenientes de la actividad ganadera, de la agricultura y del sector forestal. Esos montos dan el 100% destinado a medio ambiente.
La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), en diálogo con Clarín, advirtió que en el año 2010 el gobierno de turno destinó un 24% de lo dispuesto por ley. En el año 2017, con Mauricio Macri en el poder, el presupuesto disminuyó a un 8%.
Es decir la ley de bosques no ha sido aplicada efectivamente. El presupuesto del año que corre fue irrisorio, se destinó 4,6% del total que corresponde al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de dichos bosques. Y según los últimos datos, para el año 2020 se proyecta un 3,25%, y según informó Clarín ese porcentaje corresponde a $609.892.000 pesos argentinos.
El presupuesto estimado para medio ambiente es insuficiente para cumplir con el enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos, y de los servicios ambientales que éstos brindan a la sociedad. Objetivos estipulados en el artículo 1º de la Ley de Bosques.
Resaltamos que la normativa específica en su artículo 5º los principales servicios ambientales que generan estos bosques para la sociedad. La regulación hídrica, la conservación de la biodiversidad, la conservación del suelo y de la calidad del agua, y la fijación de emisiones de gases de efecto invernadero son algunos de los beneficios del cuidado de nuestros bosques nativos.
Que sólo se destinen $10,30 para el cuidado y la protección de cada hectárea para el año 2020 es una decisión política que va en contramano del medio ambiente. El bosque nativo debería ser prioridad de este gobierno y de los próximos que vengan. Más allá de las ideas partidarias es un asunto que compete a toda la sociedad.
Por Emi Urouro