Un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), reveló que cotidianamente, miles de chicas en todo el mundo sufren daños físicos o psicológicos. Acciones generadas con el pleno conocimiento y consentimiento de sus familias y comunidades.

El documento ‘Estado de la Población Mundial 2020’, se enfocó este año a la situación de mujeres y niñas, particularmente, analizó el origen y el alcance de estas prácticas perjudiciales a nivel global.
Este trabajo identificó 19 prácticas nocivas, que van desde el planchado de senos hasta las pruebas de virginidad, que se consideran violaciones de los derechos humanos.
Se centra en tres prácticas en particular que son generalizadas y persistentes: la mutilación genital femenina (MGF), el matrimonio infantil y la preferencia del hijo.
¿Cuál es la situación de nuestra región ante esas variables? Se estima que en América Latina y el Caribe, 60 millones de niñas se casan antes de cumplir los 18 años. De ese número, más del 60% pertenece a sectores de menores recursos económicos «por lo que están más expuestas a sufrir violencia basada en género, a tener menos ingresos y niveles de educación».
Ante ese panorama, el informe señala que estás niñas y adolescentes corren con mayor riesgo de estar aisladas socialmente y a tener hijos a una edad más temprana.
Siguiendo al párrafo anterior, Unfpa reveló que esos riesgos «se dan entre los hogares más pobres, que viven en áreas rurales, y entre grupos indígenas y afrodescendientes».
Un dato a tener en cuenta, para poder trabajar sobre el mismo, es que nuestra región es la única del mundo donde no se redujo esta práctica en los últimos 25 años.
En algunos países, la prevalencia del matrimonio infantil es comparable a la de África Subsahariana, ya que los índices superan el 30%. Por ejemplo, en República Dominicana (36%), Nicaragua (35%), Honduras (34%) y Guatemala (30%).
En Argentina, los últimos datos sobre matrimonio infantil fueron brindados por el trabajo de la Fundación Estudios e Investigación de la Mujer (Feim) que dirige Mabel Bianco, del año 2016. En esa oportunidad, registraron 230.000 niñas y adolescentes casadas o en uniones convivenciales.
«La falta de acciones o inversiones para solucionar esta situación afectaría a 9,7 millones de niñas hasta 2030, en una región donde las uniones no maritales son más frecuentes que los matrimonios legales y formales», alertó Unfpa.
Ahora bien, a nivel global otras prácticas nocivas han sido investigadas por el organismo de la UNO. Para el 2020, calculan que 4,1 millones de niñas sufrirán una mutilación genital femenina.
Siguiendo la idea anterior, se estima que uno de cada cinco matrimonios hoy involucra a una niña novia. Y la preferencia de los hijos ha resultado en un déficit de unos 140 millones de mujeres.
¿Qué se debe hacer para detener estás prácticas? El documento señala iniciativas que muestran que es posible poner fin a esas acciones. Por ejemplo, la experiencia en países como la República de Corea muestra que elevar el estatus de las mujeres y las niñas, junto con la política y otros cambios, puede terminar con la preferencia del hijo.
En el continente americano, en países como Trinidad y Tobago recientemente han implementando prohibiciones legislativas sobre el matrimonio infantil. «Pero las soluciones duraderas requerirán cambios en las normas sociales enraizadas en la desigualdad de género», plantea el organismo de Naciones Unidas.
Ante este panorama, el Fondo de Población de las Naciones Unidas ha publicado un documento titulado » Cómo cambiar las normas sociales es crucial para lograr la igualdad de género «, con el objetivo de ayudar a las organizaciones y comunidades a lograr un cambio en las normas sociales a escala.
Fuente: Télam; Unfpa.