En medio de un aumento creciente de la demanda, estos espacios -gestionados principalmente por mujeres- sufren la falta de políticas públicas para mitigar la emergencia alimentaria.

En Córdoba, los comedores comunitarios están atravesando una profunda crisis. Con el aumento en la demanda de alimentos y la disminución de los recursos y donaciones, muchos tuvieron que reducir los días de asistencia, dejando a familias vulnerables sin acceso a la alimentación.
La falta de trabajo informal y los bajos salarios, incluso para trabajadores formales y jubilados, llevaron a un aumento en la necesidad de ayuda alimentaria.
De acuerdo a un informe publicado en La Voz, la mayoría de estos espacios funcionan en casas de familia. Allí, las voluntarias y los voluntarios hacen esfuerzos por obtener alimentos mediante ventas, rifas e incluso contribuciones de sus propios bolsillos.
Te puede interesar: «Ajuste brutal: el Gobierno eliminará el Instituto Nacional del Cáncer»
Lo anterior tiene una causa directa: la ayuda que reciben de la Municipalidad de Córdoba y del Ministerio del Desarrollo Social y Promoción del Empleo de la Provincia es insuficiente.
Además, las donaciones del Banco de Alimentos de Córdoba también disminuyeron.
Un estudio reciente reveló que el 61% de los niños y adolescentes que asisten a comedores comunitarios sufren de malnutrición por exceso (obesidad y sobrepeso), mientras que el 20% padece malnutrición por déficit (baja talla y bajo peso).
Esta situación pone de manifiesto la gravedad de la crisis alimentaria. Ante esta problemática, se conformó la Mesa de Emergencia Alimentaria, impulsada por el Arzobispado de Córdoba junto a organizaciones sociales, mutuales y funcionarios. El objetivo es trabajar en una agenda común para mitigar el impacto de esta crisis.
La Secretaria de Políticas Sociales y Desarrollo Humano del municipio realizó un relevamiento en diciembre de 2024 que arrojó que existen 1.833 espacios comunitarios, gestionados en su mayoría por mujeres, que alimentan a 153.654 personas. No obstante, el número es mayor si se cuentan a aquellos comedores que no están inscriptos en registros oficiales.