La decisión de enjuiciar al expresidente de Brasil fue tomada por unanimidad por el Supremo Tribunal Federal del país. En total hay ocho acusados.

Jair Bolsonaro irá a juicio por su intento de golpe de Estado, ocurrido en el año 2022.
El expresidente de Brasil está acusado de comandar un ataque violento a la democracia cuando, tras perder las elecciones en aquel año, desconoció la victoria en las urnas del opositor Luiz Inácio Lula da Silva.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) decidió por unanimidad enviar a Bolsonaro y otros siete acusados a juicio por el intento de golpe.
Puntualmente, la Fiscalía denuncia a Bolsonaro y otros funcionarios y miembros de las fuerzas por “abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe, implicación en organización criminal armada, daño calificado y deterioro de patrimonio”.
Por dichos crímenes, el expresidente podría afrontar una condena de hasta 40 años de prisión.
Tres de los acusados fueron generales del Ejército: Augusto Heleno (exministro de la Oficina de Seguridad Institucional), Paulo Sérgio Nogueira (exministro de Defensa) y Braga Netto (exministro de la Casa Civil).
Según la Fiscalía, Bolsonaro y sus cómplices habrían elaborado un plan para decretar un “estado de defensa”, asesinar al presidente Lula y al juez federal Alexandre de Moraes.
La falta de apoyo de los altos mandos del Ejército habría impedido la realización de este plan.
Bolsonaro negó los crímenes de los que se lo acusa y se defendió afirmando que lo que hizo fue discutir con comandantes militares «hipótesis» para declarar el Estado de sitio y de defensa, pero que estos escenarios están previstos en la Constitución y no constituyen un crimen.
Bolsonaro también está acusado por su presunta responsabilidad en los disturbios del 8 de enero de 2023, en los cuales sus seguidores irrumpieron violentamente en las sedes de los tres poderes brasileños.
Bolsonaro se percibe como víctima
El ex presidente de Brasil y referente de la ultra derecha en el mundo respondió al pedido de juicio situándose a sí mismo como un «perseguido político».
“Se trata de la mayor persecución político-judicial de la historia de Brasil, motivada por (…) claros intereses políticos de impedir que participe y gane las elecciones presidenciales de 2026”, escribió Bolsonaro en una declaración.
El exmandatario se encuentra inhabilitado políticamente hasta el año 2030 por cuestionar sin pruebas al sistema de voto electrónico.
Sin embargo, Bolsonaro confía en que, como su par estadounidense Donald Trump, podrá revertir la pena, presentarse y ganar elecciones a pesar de sus causas judiciales.
Celso Sánchez Vilardi, su abogado defensor, afirma que «contra el expresidente no se halló absolutamente nada”.
Esta opinión sobre Bolsonaro no es compartida por el juez federal Alexandre de Moraes, instructor del caso y primero en votar a favor del juicio por el intento de golpe de Estado.
Para el juez, hay «materialidad» e «indicios razonables» en la acusación de la Fiscalía que señalan a Bolsonaro como líder del intento de golpe. Según de Moraes, la descripción de la Fiscalía sobre los hechos fue satisfactoria y detallada.
Sánchez Vilardi intentó apartar en numerosas ocasiones a tres jueces del caso, entre ellos a de Moraes.
El defensor acusa al juez de tener intereses personales en el caso, especialmente considerando que fue un presunto objetivo de asesinato en el plan golpista de los acusados.
Mientras la Justicia avanza con el proceso, el PT festeja la decisión del Supremo Tribunal Federal de Brasil, a la cual calificó de reparadora y de convertirse en un día histórico para la historia nacional.
Dia histórico! O Brasil começou hoje um processo de justiça e reparação: colocou no banco dos réus Bolsonaro e outros sete de seus asseclas golpistas. Por unanimidade, a Primeira Turma do Supremo Tribunal Federal (STF) acolheu a denúncia da PGR e abriu ação penal em face do…
— PT Brasil (@ptbrasil) March 26, 2025