El referente de la organización, Maximiliano Vittar, argumentó que el mercado avanzó ‘abruptamente’ sobre los ingresos de los inquilinos. Y agrega que aunque existe mayor oferta, las condiciones no mejoraron.

El referente de Inquilinos Córdoba, Maximiliano Vittar, afirmó que las desregulaciones del mercado inmobiliario implicaron desventajas para los inquilinos.
Se refirió a la situación que vive el mercado de alquileres en la gestión libertaria, luego de las desregulaciones que promovieron, incluidas la derogación de la Ley de Alquileres.
Vittar asegura que si bien “existe una mayor oferta, las condiciones tampoco han mejorado ni que nosotros estemos destinando menos de nuestro salario en alquiler”.
De todas formas, detalla que en caso de que haya una mayor estabilidad tanto del dólar como de la inflación “esto se puede llegar a acomodar y podemos empezar a discutir distintas condiciones”.
Aún así, denuncia que el mercado avanzó ‘abruptamente‘ sobre los ingresos de los inquilinos.
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Nuevos contratos e impuestos
El referente de Inquilinos Córdoba remarcó algunas de las desventajas: “Hoy, la mayoría de los contratos están haciendo firmar que tanto el impuesto municipal como la tasa de rentas son a cargo del inquilino”.
Antes de la derogación de la Ley de Alquileres, el impuesto provincial debía pagarlo el propietario, mientras que la tasa municipal corría por cuenta del inquilino. Sin embargo, Vittar confirma que ahora le toca abonar ambos impuestos a la persona que alquila.
Esta situación viene siendo discutida por parte de la Cámara de Inquilinos de Córdoba.
Plazos
La Ley de Alquileres, en su versión de 2020, disponía que los contratos debían durar 3 años, que el alquiler aumentaría de forma anual y con base en el Índice para Contratos de Locación (ICL), compuesto por el 50% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el 50% de la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE), que marca la evolución del salario privado.
Desde la entrada en vigencia del DNU 70/23, para los nuevos contratos el propietario y el inquilino pueden negociar la duración del alquiler y la variación de los aumentos.
En sintonía, Vittar critica que “no hay contratos de tres años” y por la derogación de esta ley, “a pesar de tener una mayor oferta, no logramos torcer las condiciones que plantea el mercado inmobiliario, que obviamente generan una desventaja para quien tiene que alquilar”, concluyó.