Quienes no hayan finalizado el proceso de inscripción y no logren cumplir con los 30 años de aportes, no podrán acceder a la jubilación mediante moratoria.

Este domingo 23 de marzo, por decisión del gobierno de Javier Milei, finalizó la moratoria previsional.
Aquellas personas que querían regularizar aportes, completar el trámite, cumplir los requisitos y adherir a un acuerdo de pago de aportes faltantes, para jubilarse, ya no podrán hacerlo.
Sólo podrán acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) –que es 80% del haber mínimo–, para ello deberán cumplir con ciertos requisitos.
Una gran contra para las mujeres es que se estira la edad de acceso al sistema: de los 60 años en los que ya se podían jubilar, se unifica en los 65, como los varones. Además, perderán el derecho a la pensión por fallecimiento del cónyuge o conviviente.
Actualmente, la única posibilidad de jubilarse que existe es si se “compra” al contado años de aporte. Los montos son:
- 5 años: $1.635.720
- 10 años: $3.271.440
- 15 años: $4.907.160
- 20 años: $6.542.880
- 25 años: $8.178.600
En caso de no querer o no poder financiar la opción, puede aplicarse a la Prestación Universal para el Adulto Mator (PUAM) cuando cumplan 65 años, que establece el 80% de la jubilación mínima. Actualmente el monto es de $223.297,36 más el bono de $70.000, lo que da un total de $293.297,36.
La PUAM no es pensionable, por lo que viuda, viudo o hijos no pueden recibirla en caso de muerte del titular. Además, se pierde el beneficio si la persona cobra otro tipo de pensión, como la de fallecimiento y viudez.
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¿Cómo funcionaba la moratoria previsional?
Según el Gobierno nacional no habría más moratoria previsional, que permitía regularizar aportes hasta diciembre de 2008 y se dirigió a:
- Mujeres a partir de los 60 años
- Hombres a partir de los 65 años
- Personas con ingresos que no superen el tope establecido (según la evaluación socioeconómica de Anses)
Para acceder a ella, el beneficiario debió sacar un turno en Anses y presentar la documentación requerida para aprobar la jubilación y comenzar a cobrar.
La última moratoria también estuvo sujeta a una evaluación socioeconómica basada en los ingresos declarados, consumos realizados con tarjetas de crédito y débito, movimientos bancarios y los bienes registrados.
¿Qué ocurre con el fin de la moratoria jubilatoria en el día de hoy?
— Myriam Bregman (@myriambregman) March 23, 2025
* Nueve de cada diez mujeres no se podrán jubilar por no tener los 30 años de aportes.
* Siete de cada diez hombres, tampoco.
* Solo podrán aspirar a acceder a la PUAM.
* Esta Pensión no es universal, tiene…
Las más afectadas, son las mujeres
En una nota de Ámbito Financiero titulada «Fin de la moratoria: un capítulo más del Presidente que odia a las mujeres» se presentan varios datos estadísticos sobre cómo afectará negativamente a la población argentina esta decisión.
«Hoy, el sistema previsional argentino está compuesto por 7,2 millones de jubilaciones y pensiones. De ese total, el 59,5% (4,3 millones) fue obtenida a través de una moratoria» explica la redactora Estela Díaz.
Pero en este punto hace una salvedad y es la diferencia entre varones y mujeres que accedieron a una jubilación vía moratoria: casi el 80% son mujeres según datos de INDEC de 2024.
«¿Por qué? Entre otras razones, porque gran parte del tiempo y energía a lo largo de la vida de las mujeres está dedicado al trabajo de cuidado no remunerado, tareas que, cualquiera sabe, ocupan los siete días de la semana y las 24 horas del día» indica la nota.
Según un Informe de Idesa, «aproximadamente dos tercios de quienes llegan a la edad de jubilarse apelan a la moratoria porque no cumplen con el mínimo de 30 años de aportes. Según la Subsecretaría de Seguridad Social entre estas personas, para el 2024, se observa que: el 52% tiene menos de 10 años de aportes».
De esta manera, se estima que 500.000 personas no podrán jubilarse con el fin de la moratoria previsional. Los principales afectados que son:
- trabajadores en relación de dependencia no registrados por sus empleadores (empleo «en negro»).
- trabajadores registrados que tuvieron descuento jubilatorio pero los empleadores no depositaron esos aportes en la Seguridad Social.
- cuentapropistas que trabajadores, pero no hicieron aportes.