Habrá una semana de disrupción ciudadana, encabezada por jóvenes que luchan contra la crisis climática en todo el mundo. En Córdoba, habrá actividades frente al Palacio de Justicia y en el centro cultural Casa de Pepino.
A partir de la semana que viene, los y las jóvenes que forman parte de la red Extinction Rebellion se declaran «en rebelión internacional». Para esto realizarán una semana de disrupción ciudadana y no violenta para dar inicio a una lucha «sin fronteras».
«Frente a la crisis climática, ecológica y climática el momento de unirse y rebelarse contra la extinción es ahora. Tenemos menos de diez años para cambiar el sistema, nos necesitamos más que nunca», señalaron desde Extinction Rebellion Córdoba.
La semana de «disrupción global» comenzará en Córdoba el próximo lunes 7 de octubre desde las 10:00 con un «picnic rebelde» en el paseo Marqués de Sobremonte, frente al Palacio de Justicia. Principalmente, la protesta se basa en «la negligencia criminal del gobierno ante la crisis climática y ecológica».
«Invitamos a reclamar a todxs los ciudadanxs , familias, niños, mayores, adultxs y jóvenes por los incendios de córdoba, los trazados de rutas sobre bosques nativos en zonas rojas, Porta, contaminación por agrotoxicos, extractivismo, agua contaminada, basurales a cielo abierto, y mucho más», expresó la organización.
Además, luego de la disrupción pacifica, realizarán una muestra en el Centro Cultural de Casa Pepino el día 8 de octubre a partir de las 18:30. Habrá una ballena de 4 metros en Córdoba, murales intervenidos de la disrupción global, proyecciones, charla sobre activismo, acción directa y desobediencia civil, material fotográfico y más.
Poniendo como eje central la lucha contra la crisis climática, desde Extinction Rebellion concluyen: «La extinción humana es una posibilidad real si no se toman medidas urgentes para transformar el sistema global de producción y consumo dentro de los próximos diez años, y sentar las bases de una nueva cultura regenerativa. Frente a la criminal inacción gubernamental los ciudadanos del mundo tienen el derecho y el deber de rebelarse pacíficamente».
Por Cristian Dominguez