El Gobierno propuso cambiar el nombre del «Día del Niño» por el «Día de las Infancias» a la jornada de este domingo, para incluir las diversidades de la niñez. De eso y más hablamos con Romina Pezzelato, periodista de género y madre de una niña trans.

Por Emi Urouro
Bajo el lema ‘Hay muchas maneras de vivir la niñez’, se presentó una campaña para posicionar el enfoque de derechos con perspectiva de géneros en la forma de representar a la diversidad de las vivencias de la niñez.
La propuesta fue originada por la SENAF y según informaron, diferentes provincias, municipales, organismos públicos, organizaciones sociales y entidades del sector privado adhirieron a la idea de nombrar como el Día de las Infancias a la fecha de celebración del 16 de agosto.
«La iniciativa acompaña cambios culturales, sociales y normativos que se dieron en los últimos años y reconoce desde las políticas públicas a la diversidad de las infancias en nuestro país, atravesadas por cuestiones de géneros, discapacidad, lingüísticas, regionales, entre otras, y desde una perspectiva de derechos humanos», puede leerse en el sitio oficial del Gobierno.
Para la SENAF existe una gran diversidad en cuanto al acceso de derechos, por eso se trata de reconocer esas inequidades para implementar políticas públicas sobre ellas y revertirlas, promoviendo la inclusión, la igualdad y el respeto por la diversidad.
Para profundizar el tema, nos contactamos con la licenciada Romina Pezzelato, coordinadora general de La Marea Noticias, por su experiencia como periodista de género y madre a una niña trans.
La entrevistada me señaló que este paso de nombrar como Día de las Infancias al día festivo es parte de un camino, de una construcción, que tiene muchos años.
Pezzelato celebra cuando una medida viene de un ámbito institucional y tiene que ver con la equidad o con la política publica, porque la siente parte de una conquista, de una lucha que tiene antecedentes en la calle, en el activismo, en construcciones más desde las bases, en este caso, es parte de la lucha por la diversidad.
«Pasar de decir el ‘Día del del niño’ a decir el ‘Día de las Infancias’ es un paso gigante hacia el respeto de niños, niñas y niñes» resaltó Romina.
Para la periodista, la importancia de visibilizar la diversidad en la niñez tiene que ver con que seamos capaces de construir una sociedad de jóvenes, adultos y adultas que amen,abracen, respeten todas las infancias. Una sociedad que no mire desde las distancias, el asombro y la extrañeza.
«Ese es el mundo que yo sueño para mi hija, mi hijo, mis hijes (…) La importancia de visibilizar la diversidad en la niñez para mi tiene que ver con cuidar estas infancias, que crezcan siendo respetadas, abrazadas, cobijadas, como la de mi hijita que decidió cambiar su identidad, y por otro lado, es parte del proceso que va a hacernos mejores adultes a quienes las rodeamos», enfatizó Pezzelato.
Siguiendo al punto anterior, señaló la necesidad de la ESI para lograr esta transformación social y cultural. Considera que la escuela debe ser parte de este cambio, como ámbito fundamental de contención de niños y niñas.
«Necesitamos avanzar en la implementación de la ESI, en que podamos nombrar lo que venimos reivindicando en relación a las infancias, que es decir lejos de la extrañeza: hay niños con vulva y niñas con pene. Que podamos decirlo, nombrarlo», dijo la entrevistada.
Romina sostiene que si se profundiza el dialogo con la infancia, todo va a ir mutando, considera fundamental perder el miedo a nombrar de parte de las y los adultos, «y para eso hay que correrse de los propios prejuicios».
«Desde mi propia experiencia lo que nos llevamos fue una sorpresa maravillosa, porque les niñes son quienes más respetan, incluyen,aceptan, acompañan al instante. La invitación a quienes trabajan en educación y se vinculan con las infancias es a no tener miedo a nombrar. Vivimos en un mundo que por fortuna nombra, reivindica, habilita la posibilidad de decir, y la ESI es una herramienta fundamental», comentó la comunicadora.
Le pregunté si tenía alguna recomendación sobre cómo pueden acompañar quienes ejercen el rol de cuidadores/cuidadoras de infancias diversas en contextos pocos inclusivos.
«Como consejo a quienes acompañan/conviven con infancias diversas, esto es con niños y niñas que no se identifican con la identidad de género que se les asignó al nacer, que no coincide con su sexo biológico, cuando hablas de infancias trans, en principio, es saber que no estamos frente a ninguna locura, frente a ningún delirio y mucho menos frente a ninguna distorsión o patología«.
Siguiendo la cita anterior, agregó que se está frente a una persona, que tenga la edad que tenga, tiene la capacidad de reconocerse y decir quien es. Según Romina, para acompañar ese proceso, ese crecimiento en libertad, hay que desandar los miedos, la manera de mirar el mundo desde un lugar binario.
«Y también saber que no hay nadie en soledad, en Córdoba está la casa de varones trans y familias. Aunque no vivamos en la ciudad, es un espacio que abraza a todas las familias que estamos acompañando a nuestros hijes creciendo en la diversidad», recomendó Pezzelato.
Desde su experiencia y la que han compartido con otras familias, me dijo que lo que sigue al aceptar la transición de hijos e hijas es primero un gran alivio y después la felicidad enorme de ver su propia felicidad.
«Frente a eso no hay mucho que agregar, porque ahí sí que se derriban todos los prejuicios, los temores, es como eso acompañar una verdad» concluyó Romina.