El paro general de este martes exige, principalmente, que el Gobierno de Piñera no realice ninguna reforma constitucional sin una Asamblea Constituyente.
Chile comenzó su cuarta semana de paro y convocó, para este martes, a un paro general protagonizado por un centenar de organizaciones sociales. «Llamamos a paralizar totalmente las faenas productivas y puestos de trabajo», afirma una convocatoria de la llamada «Mesa Social».
La Confederación Nacional del Cobre, que agrupa a trabajadores tercerizados de la minería, también se unió al llamado. Los colegios públicos se adhirieron al paro general y gran parte de las instituciones privadas también, algunos por razones de seguridad. La mayoría de las universidades no tiene actividades desde que estallaron las movilizaciones.
La movilización, además de continuar con el pedido de renuncia de Piñera, se enfoca en detener la reforma constitucional que propone el Gobierno chileno. Si bien modificar la Constitución es una deuda pendiente -no ha sido modificada desde la dictadura de Pinochet-, las organizaciones sindicales, políticas y sociales piden que la reforma se haga mediante una Asamblea Constituyente.
