Un artículo, publicado por la revista estadounidense Time, posiciona al país junto con Taiwán, Singapur, Nueva Zelanda y Australia, entre otros, como las regiones que mejor respondieron a la propagación de coronavirus.

La nota lleva la firma de Ian Bremmer, profesor de la Universidad de Columbia, quien investigó junto a su equipo las respuestas de las naciones siguiendo tres criterios: manejo del sistema de salud, respuesta política y respuesta financiera.
El estudio fue realizado por Eurasia Group, una consultora presidida el académico nombrado anteriormente, analizó cifras actualizadas al 10 de junio y basadas en el relevamiento que realiza la Universidad Johns Hopkins, es decir, la referencia a nivel mundial en el registro de la evolución de la pandemia.
A partir de esa fuente de conteo de casos, el artículo detalla que la Argentina tuvo hasta esa fecha 24.761 casos, con un total de 717 muertos, al día de hoy la cifra asciende a 27.373 casos y 772 fallecidos, si bien la diferencia no es abismal, la aclaración es necesaria.
La revista destaca que nuestro país representa el caso más sorpresivo de la lista, considerando que se disparó el noveno default financiero, a pesar de ese detalle, el Gobierno ha sabido manejar la crisis sanitaria.
El estudio resalta que Argentina registró su primera muerte por coronavirus el 7 de marzo pasado, y que la cuarentena comenzó el 20 de marzo. Además, explica que el país incluyó “estrictas medidas de distanciamiento social” y, “como resultado, sus números se ven mucho mejor que los de sus vecinos”.
Sobre la dimensión financiera, la investigación refleja que el Presidente, peronista que suscribe a políticas más de izquierda, fue fiel a sus raíces ideológicas y ofreció a los trabajadores con bajos salarios una suma de 10.000 pesos para ayudarlos a atravesar la crisis, es decir, la IFE.
«Pero aunque allí se puede ver sus intenciones de impulsar un estímulo interno a la economía, el estado de las finanzas oficiales y los inminentes vencimientos de la deuda los limita considerablemente (el paquete de estímulo fiscal asciende a solo el 4,9 por ciento de su PBI, mientras la apuesta de imprimir dinero puede empujarlos al infierno de la inflación», plantea el artículo.
En cuanto a la respuesta política, el artículo enfatiza que las medidas de contención de la pandemia adoptadas por el Gobierno contaron con “la cooperación de gobernadores y miembros del Congreso de ambos partidos”.
El texto, argumenta que el manejo de la respuesta al coronavirus de la nueva administración de Alberto Fernández, le dio un impulso a los índices de aprobación internos (hasta un 83 por ciento).
«El deseo de cuidar a su gente y la decisión de desviar recursos del pago de la deuda para hacerlo -incluso bajo el riesgo de un amenazante colapso financiero- fue la mejor elección entre malas alternativas», puede leerse en la investigación.
Fuente: Télam; Página 12