A través de un informe elaborado por la Fundación Soberanía Sanitaria (FSS) y el centro de estudios Proyecto Generar (PG) que indagaron acerca de los egresos hospitalarios de mujeres en edad fértil y el acceso al medicamento para practicar abortos.
El encarecimiento del Oxaprost – nombre comercial del Misoptrostol- es abismal y esto dificulta a todas las personas gestantes el acceso a la interrupción de su embarazo, según señala el estudio.
En el año 2012 el costo era alrededor de 330, lo que significaba el 12% del salario mínimo, vital y móvil. Ahora, el Oxaprost vale 5875 pesos, lo que representa el 47 por ciento del mismo indicador.
En este sentido, desde el FSS y el PG expresaron que el Estado debe garantizar un precio asequible para la población. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la forma de asegurar el acceso es relacionando el costo con el salario mínimo, vital y móvil.
“En Argentina la interrupción del embarazo es legal por causales, y el país tiene la obligación de eliminar las trabas a los abortos no punibles, avanzar en su legalización y de evitar y bajar los riesgos por abortos inseguros”, enfatizaron las organizaciones.
Cabe recordar que desde 1921, el Código Penal del país establece las causales de un aborto no punible: cuando el embarazo es producto de una violación o pone en riesgo la vida o la salud de la persona gestante.
Otro de los datos más relevantes, es acerca de la disminución de personas que asisten a los hospitales para interrumpir su embarazo. Mientras que en 2005 el 8,7 por ciento de los egresos hospitalarios se vinculaban con abortos, en 2015 ese porcentaje disminuyó a 5,3 por ciento.
Esto se debe al elevado costo que tuvo el Misoprostol en los últimos años, que fue más de 5 mil pesos. Por esta razón, muchas personas embarazadas se someten a métodos clandestinos para realizar un aborto y, en muchas oportunidades, en condiciones inhumanas.