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A un año de la asunción de Milei se observa una fuerte caída del consumo

Publicado por:Agustina Bortolon

Desde diciembre de 2023, el Gobierno nacional recortó subsidios, desreguló precios y redujo las transferencias a las provincias, con el objetivo de lograr el equilibrio fiscal. Las consecuencias de sus medidas están a la vista: más de la mitad de los argentinos son pobres.

Durante el primer año de gestión de Javier Milei, Argentina registró una importante caída en el consumo de alimentos y otros bienes.

Se distinguieron diferentes etapas que mostraron los efectos de las compras: el primer trimestre la inflación se mantuvo en dos dígitos (enero 20,6%, febrero 13,2% y marzo 11%).

Con el firme objetivo de lograr el superávit fiscal (a cualquier costo), en 2024 el Gobierno nacional recortó subsidios al transporte y la energía. Sumado a ello, redujo las transferencias a las provincias y puso fin a los controles de precios que regulaban la canasta de productos básicos.

Más de la mitad de la población argentina es pobre

En el primer trimestre hubo una contracción del consumo de mayor magnitud, que llegó a una baja en torno al 30% tanto en las ventas de supermercados y autoservicios, como en comercios minoristas de distintos rubros.

Las decisiones que se observaron hasta el día de hoy generaron un reacomodamiento en la disponibilidad de productos y de los precios en las góndolas. Dentro del IPC de octubre, los alimentos, bebidas y el transporte tuvieron una suba de 1,2%, por debajo del nivel general; sin embargo, el costo de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, es el rubro que más aumentó con un incremento del 5,4% mensual.

Se observaron grandes cambios en las compras de los hogares, que achicaron el presupuesto del supermercado, prendas de vestir, recreación, entre otros, producto de la recomposición de las tarifas y servicios que empezaron a ocupar más lugar en las cuentas y salarios que no acompañaron la magnitud de la inflación del primer trimestre.

En los primeros tres meses del año, la medición de pobreza llegó alrededor del 55% de la población argentina. Hacia el último trimestre comenzó a verse una desaceleración en la caída del consumo: las ventas minoristas pyme subieron por primera vez en el año, con un incremento de 2,9% interanual en octubre, y acumulan una caída de 13,2% en los primeros diez meses del año.

Respecto al consumo masivo, en el inicio del año se registró una caída en torno al 30% en la compra de las cuatro categorías que componen este segmento: alimentos, bebidas, higiene personal y limpieza. Este sector presentó un descenso que ya tocó piso y se sitúa en torno al 15%.

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