El informe “Presupuesto educativo nacional 2025”, elaborado por el Observatorio de Argentinos por la Educación, revela una preocupante tendencia en la inversión educativa en Argentina.

Según datos del informe “Presupuesto educativo nacional 2025”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, la inversión nacional en educación en 2025 será del 0,88% del PBI, por debajo de lo invertido en 2024 (0,91%) y 2023 (1,48%).
El estudio revela la tendencia a la disminución de presupuesto educativo en todos los niveles educativos.
Actualmente, la Secretaría de Educación del Ministerio del Capital Humano representa aproximadamente el 80% de la función “Educación y Cultura”, y se observa una caída significativa en el gasto real durante el período 2023-2024, con reducciones del 42,99% y 40,20% respectivamente.
Para 2025, se proyecta un leve aumento del 6,87% en el presupuesto de la Secretaría de Educación en comparación con 2024, aunque este incremento podría no ser suficiente para contrarrestar la inflación.
La Secretaría de Educación ocupa el puesto 14 en términos de recursos asignados en comparación con otras funciones del Estado.
En 2023, el Ministerio de Educación recibió el 6,36% del presupuesto nacional, cifra que se redujo al 4,60% en 2024 y se espera que alcance el 5,12% en 2025.
Entre los programas de la Secretaría de Educación, solo “Gestión educativa y políticas socioeducativas” y “Desarrollo de la educación superior” experimentaron incrementos reales en 2025.
Se asignan fondos al “Plan Nacional de Alfabetización”, que representará el 11,6% del presupuesto de la Secretaría de Educación.
A su vez se eliminarán programas clave como “Conectar Igualdad”, orientado a aumentar la igualdad de oportunidades. Este proyecto tenía como objetivo principal proporcionar recursos tecnológicos a las escuelas públicas de gestión estatal y desarrollar propuestas educativas.
Mariano Narodowski, exministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, sostiene:
“Lo que muestran estos datos es que el presupuesto nacional 2025 mantiene las mismas prioridades que en los últimos 40 años: privilegiar a las universidades por sobre el resto del sistema educativo. La gran diferencia es que todo el gasto público se reduce de manera brutal, no solo educación, cumpliendo la promesa electoral del ‘ajuste más grande de la historia de la humanidad’ que votó el pueblo argentino. En ese contexto, la educación se mantiene en los primeros tres puestos en la asignación de recursos. Los universitarios reaccionan fuertemente contra este ajuste y no está mal. Sería bueno que los más perjudicados (los chicos y las familias de la educación básica) también hicieran oír su voz en plazas y calles”.