El proyecto fue rechazado en la Cámara Baja, con una mayoría de legisladores, alineándose con los bloques de La Libertad Avanza y el PRO, con el acompañamiento de la mayoría de la UCR y de Encuentro Federal.

En la Cámara de Diputados rechazaron la iniciativa de expulsión a los cinco diputados libertarios por su visita a genocidas condenados en el penal de Ezeiza.
La iniciativa fue rechazada por 121 votos a 102, con cinco abstenciones y 28 ausencias. La votación demostró que existe una mayoría en el Congreso que apoya las posiciones de la ultraderecha, liderada por Javier Milei y Victoria Villarruel.
La votación en la Cámara Baja de los diputados cordobeses se dividió en tres bloques:
- 12 legisladores votaron en contra de la sanción.
- Cuatro ausentes.
- Dos por la expulsión.
Entre los que votaron en línea con el oficialismo nacional se encontraron tres de los diputados del peronismo cordobés, liderados por Juan Schiaretti y Martín Llaryora. Los que votaron a favor del rechazo a la sanción fueron Ignacio García Aresca, Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres.
El diputado democristiano Juan Brügge, integrante del bloque Encuentro Federal, no participó de la sesión. Natalia De la Sota votó a favor de la expulsión.
También rechazaron la iniciativa Oscar Agost Carreño (Pro, Encuentro Federal), Belén Avico (Pro), y Laura Rodríguez Machado (Pro); Soledad Carrizo (UCR), Gabriela Brouwer de Koning (UCR), y Luis Picat (UCR); los libertarios Gabriel Bornoroni y María Celeste Ponce; y la desarrollista, María Cecilia Ibañez.
Además de Brügge estuvieron ausentes de la sesión Héctor Baldassi (Pro), Rodrigo de Loredo (UCR) y Gabriela Estévez (Unión por la Patria).
Mientras que por la expulsión de los diputados libertarios, además de De la Sota, se expresó el kirchnerista Pablo Carro.
Quienes fueron los visitantes y quien lo corroboró
Los legisladores libertarios que concurrieron al penal de Ezeiza con conocimiento y autorización de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fueron: Beltrán Benedit (Entre Ríos), quien gestionó personalmente entre sus pares la invitación que le llegó a su despacho; Guillermo Montenegro (Buenos Aires), Alida Ferreyra (Corrientes), Lourdes Arrieta (Mendoza), María Fernanda Araujo (CABA) y Rocío Bonacci (Santa Fe). Luego Bonacci y Arrieta se despegaron de la visita y la movida política, que busca beneficiar a los genocidas con prisión domiciliaria, entre otras medidas.
La fotografía que confirma la visita al penal reúne a un grupo de figuras clave durante la dictadura argentina. Entre ellos se encuentra Alfredo Astiz, ex oficial de la Marina que se infiltró en las Madres de Plaza de Mayo y secuestró a las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet.
También participaron de la foto Raúl Guglielminetti (exagente de inteligencia del Batallón 601), Carlos Guillermo Suárez Mason Jr (ex marino responsable de delitos de lesa humanidad en la ESMA), Antonio Pernías (miembro del grupo de tareas 3.3.2 en la ESMA), Gerardo Arráez (integrante del circuito represivo en Club Atlético, Banco y Olimpo), Honorio Carlos Martínez Ruíz (exagente de la SIDE), Marcelo Cinto Courtaux (jefe de la sección I del Destacamento 201 de Inteligencia del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo), Juan Manuel Cordero (represor uruguayo), Mario «el Cura» Marcote (la Patota de Feced en el Servicio de Informaciones), Miguel Angel Britos (expolicía), Julio César Argüello (ex cabo en la Brigada de Investigaciones de La Plata), y Adolfo Donda (exoficial de la Armada y secuestrador de su propia sobrina, la exdiputada Victoria Donda).
La presencia de estos individuos en la misma imagen evidencia la profunda red de complicidades y participación en la represión sistemática durante la dictadura.
El proyecto de Marziotta
El bloque de Unión por la Patria presentó un proyecto impulsado por la diputada Gisela Marziotta que solicitó una cuestión de privilegio para debatirlo.
La iniciativa tenía el objetivo de expulsar de la cámara a los seis diputados que integraron el grupo en Ezeiza en julio.
Marziotta explicó que el frente nacional y popular es “representante de un proyecto que tiene 30 mil compañeros detenidos desaparecidos”. La visita de los libertarios a los represores “fue en su calidad de diputados. Cuando uno es diputado, es diputado las 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año y los cuatro años que dura el mandato”, declaró.
Gisela señaló por último “fue una visita de diputados, que pertenecen al poder legislativo, una de las tres patas del Estado, que sostienen la democracia, democracia contra la que atentaron los genocidas”.
A favor se manifestaron los legisladores de Unión por la Patria, la izquierda, algunos de la UCR y Encuentro Federal, y partidos provinciales.
El rechazo surgió principalmente por el conjunto de los bloques de La Libertad Avanza y el PRO, con el acompañamiento de la mayoría de la UCR y de Encuentro Federal.