Skip to content
Logo El Resaltador

Fernanda Guardia: «No hay que quedarse en el dolor sordo porque te invade, te transforma»

Publicado por:Agustina Bortolon

El 17 de mayo de 2023 se cumplieron dos años del siniestro de Circunvalación. Dialogamos con la única sobreviviente, Fernanda Guardia.

Fernanda Guardia tiene 35 años. El 17 de mayo de 2021 viajaba en auto por Circunvalación con su compañera, Sol Viñolo, cuando empezaron a escuchar ruidos extraños provenientes del motor del vehículo. Decidieron estacionar en la banquina a esperar la grúa, y, como temían sufrir un robo, llamaron a su amigo Agustín Burgos para que les haga compañía.

Luego de un rato largo de espera, un estallido estrepitoso encegueció y ensordeció a Fernanda. Después de la barahúnda, el horror.

Te puede interesar: «Tragedia en Circunvalación: Amoedo fue sentenciado a 9 años de prisión»

A raíz del siniestro, Sol y Agustín perdieron la vida. Fernanda sobrevivió con diversas secuelas físicas, emocionales y psicológicas a cuestas. El asesino tiene nombre propio: Alan Amoedo. Pero también se llama imprudencia, inconsciencia e impunidad.

Ese 17 de mayo, Amoedo viajaba en su Volkswagen Vento en estado de embriaguez a una velocidad mucho más alta de la permitida. Tras una larga batalla judicial impulsada por las tres familias de las víctimas, en mayo de 2022 los jueces de la Cámara 9° del Crimen lo condenaron a 9 años de prisión bajo la figura de «homicidio simple con dolo eventual».

Fue un fallo histórico en Córdoba y sentó un precedente importante: el tribunal aplicó por primera vez en la historia judicial de la provincia la figura de homicidio simple con dolo eventual y no «homicidio culposo» como usualmente se juzgaban este tipo de hechos.

Las lesiones de tránsito son la primera causa de muerte en jóvenes

Argentina registra uno de los índices más altos de mortalidad por siniestros de tránsito en la región. Según datos provistos por la Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación, las lesiones de tránsito conforman la primera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 34 años.

Durante 2022, hubo 3415 siniestros fatales, que dejaron como saldo 3828 víctimas. Dado este cuadro de situación, puede decirse, entonces, que los siniestros viales constituyen un grave problema de salud pública en nuestro país.

Por sí solos, estos datos poco interpelan. Por esto, El Resaltador dialogó con la única sobreviviente del siniestro en Circunvalación. Intensidad, hospitales, médicos, trámites y oficinas tiñeron la actual realidad de Fernanda.

«Todas cosas a las que no estaba acostumbrada. Te pisan y no te dan un manual para informarte qué camino tomar para sentirte mejor», ironiza. «Es seguir, salir a respirar y tratar de ir buscando qué aspectos te van haciendo bien».

«Recién a los 5 meses me di cuenta que era una discapacitada»

Fernanda resalta que sus días se llenaron de burocracia. «Recién a los 5 meses del siniestro me di cuenta que era una discapacitada, y con ese darme cuenta fui a tramitar un Certificado Único de Discapacidad (CUD) para poder avanzar en otros trámites».

El sistema también se hace carne supeditando a los márgenes a esas (otras) corporalidades. La entrevistada expuso que «al sistema le quedaría cómodo que yo me quede encerrada en mi casa; te hacen un rompo y arreglo. Tengo pase gratis para viajar en transporte público, pero el colectivo no tiene accesibilidad», ejemplificó.

«Si yo no me comunico, nadie viene a preguntarme nada, entonces, a partir de lo que pasó, tuve que aprender a comunicarme. La cotidianeidad y la autonomía se modificaron, la forma de proyectar e imaginar mi vida también. Todos tenemos un ideal nuestro y de repente se desarma, se quiebra, deja de existir y hay que aprender a armar otro».

Los vacíos del sistema

Tras una larga internación en un hospital público, Fernanda contrajo una infección a causa de una bacteria multiresistente. «Es por esto que yo no me puedo volver a operar, porque podría tener complicaciones. Entonces, si yo no me puedo operar, no voy a terminar de pisar bien y tengo que usar un bastón», lamenta.

Ella siempre imaginó que su recuperación, en algún momento, iba a terminar. Que la rehabilitación finalizaría y recobraría la plena movilidad de sus piernas. A razón de la dificultad para operarse, mencionó que es «fuerte saber que tu vida va a tener una secuela de acá en más, y hay que aprender a vivir con eso y las cosas importantes empiezan a pasar por otro lado».

Los Ministerios de Salud de la Nación y de la Provincia se acercaron para preguntar «cuál era la operación que necesitaba». Dado que esa operación no existe, Fernanda enfatiza en que, por ende, «no existe reparación, sino que existen otras cosas que podemos hacer».

Esas «otras cosas» implican dejar su cuerpo de lado y «entender que esto es algo que puede no volver a pasar y eso se consigue con empatía, con educación, con comunicación».

En cuanto a la condena a Amoedo, la entrevistada afirma que lo central no es que esté preso. «Lo más importante es que entendamos que el incumplimiento de la norma me dejó a mí con un bastón de por vida. Entonces, ¿cómo podemos limpiar eso? Tratando de que no vuelva a suceder».

«No creo que la solución sea justamente la cárcel, sino que se trata de algo que está por encima, que tiene que ver con cómo nos educamos, cómo aprendemos a convivir en sociedad. Es una nueva cultura vial. A mí me pasó que desde el momento que me chocaron, terminé de dar vueltas, bajó el polvo del impacto y me di cuenta que lo primero que tenía que hacer era respirar. Yo estaba en shock, entonces con esa bocanada de aire pensé: ‘Acaba de pasar algo importante, y me tengo que salvar'».

«Yo no soy fuerte, estoy tratando de salvarme. Nunca me imaginé ser una referente, no fue mi idea. Yo ese día fui a grabar una entrevista y no volví más a mi casa», agregó.

También resaltó que Amoedo, el culpable, incumplió más de una norma. «No solo conducía con alcohol en sangre. Exceso de velocidad, zigzaguear, adelantar por banquina. Todo eso fue lo que le sacó la vida a los chicos y a mí me dejó así».

Enfrentar al dolor

Fernanda Guardia comenta que cuando pasó un poco el torbellino del siniestro, «lo primero que hicimos las 3 familias fue unirnos. Ahí nos dimos cuenta que nos podíamos unir con otras familias, con amigues, con músicos, con el arte, y así, uniéndote, se pueden lograr cosas».

«No hay que quedarse en el dolor sordo porque te invade, te transforma y te puede llegar a convertir en una muy mala persona. Lo reparador es el apoyo de la sociedad, es pensar ‘lo que pasó fue una desgracia y tiene solución para un futuro'».

Para finalizar, Fernanda expresó qué espera de la vida hoy: «No quiero volver a enredarme en las marañas de la sociedad, en esas complicaciones. Como mi cuerpo va a otro ritmo, aprendí a estar a otro ritmo y veo que la gente en la calle está tan apurada, tan preocupada, comiendo mal, durmiendo mal, tratándose mal. Es una vorágine de cosas que no es necesaria. Espero no volver a caer en eso, esto que me pasó me da la chance de vivir de otra manera y poder transmitirlo».

Logo El Resaltador

Apoya el periodismo autogestionado

La comunicación la construimos entre todxs.

Suscribite acá