En agosto la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de Cuarta Nominación confirmó la suspensión de las obras del emprendimiento inmobiliario de la empresa Ticupil S.A. en Candonga cerca del río Chavascate, pero la Asamblea de vecinos asegura que la construcción continúa, y solicita una inspección.
La construcción del country de Candonga despertó la resistencia vecinal e impulsó la creación de la asamblea, según defienden los ciudadanos de la zona afectada, la empresa Ticupil SA infringía la ley de protección ambiental 26.331, ya que el proyecto inmobiliario se encontraba en zona roja, según la normativa.
Ticupil SA presentó un recurso de casación al fallo de la Cámara, en abril, pero este fue nuevamente rechazado por la justicia en agosto. Es decir se reafirma que el loteo forma parte de un área protegida por leyes ambientales, y se da lugar al argumento de la asamblea vecinal, sobre el alto impacto ambiental que generaría la construcción.
Es importante resaltar que Ticupil SA no puede construir dentro del área protegida, y tiene orden de detener todos los proyectos inmobiliarios en la misma. Pero la Asamblea de Vecinos del río Chavascate asegura que la obra continua, y por medio de sus abogados ha solicitado ante el tribunal una inspección judicial.
Cabe recordar que fue en el año 2010, en el área de Agua de Oro en Sierras Chicas, que la empresa Ticupil S.A. obtuvo el permiso del Gobierno de la Provincia para realizar un emprendimiento inmobiliario en zona roja de bosque nativo y muy cerca del Río Chavascate.
Es decir que los ciudadanos de la región, desde hace 9 años, denuncian y se movilizan para que se paralicen las obras, debido a la poca transparencia en los procedimientos para la aprobación del emprendimiento y por los daños ambientales que produce.
Por Emi Urouro