Oberlin destacó el compromiso del Papa Francisco con los pobres y más vulnerables y cómo instó a la Iglesia a «volver a las fuentes del Evangelio».

El sacerdote cordobés Mariano Oberlin, párroco de barrio Müller y responsable de la Fundación Moviendo Montañas, reivindicó al Papa Francisco en una triste despedida tras su fallecimiento.
Consultado por el medio La Nueva Mañana, Oberlin destacó el compromiso del Papa Francisco con los sectores más vulnerables, su «liderazgo sin tibiezas» y la posición que asumió para ayudar «a la Iglesia a volver a las fuentes del evangelio».
«Más allá de que sabíamos que estaba muy enfermo, teníamos la esperanza de que saliera bien», indicó Oberlin.
El sacerdote comentó que el Papa Francisco «empezó un camino muy importante en la Iglesia», en referencia a las reformas que el Papa planteó respecto a una mayor inclusión de mujeres, de la comunidad LGBT, el devolver a las personas pobres su posición central en la fé católica y manifestarse crítico del capitalismo y la destrucción ecológica.
Oberlin espera que este camino de apertura de la Iglesia se sostenga con el nuevo papa.
Respecto a la apreciación hacia el Papa Francisco de parte de los sacerdotes más cercanos a los sectores populares, Oberlin dijo: «Hemos sido que acariciados al alma con lo que ha dicho y hecho (…) nos ayudó a volver a las fuentes del Evangelio, porque la cercanía con los más vulnerables es profundamente evangélica; Jesús quiso identificarse con los más pobres y Francisco reivindicó eso».
En este contexto global, el sacerdote habló del papado de Francisco como «una voz discordante en un mundo en el que el capitalismo lo ha copado todo y nada se mide por fuera del dinero».
«Él habló de una economía que mata, puso en tela de juicio premisas dadas como dogmas inamovibles e invitó a los movimientos sociales, campesinos y obispos de la Amazonía, para ubicarlos como referentes. De esa manera, puso en protagonismo a sectores olvidados de la historia», subrayó Oberlin.
Según Oberlin, Francisco «dividió aguas entre detractores y seguidores», al no ser «tibio» y posicionarse en favor de un mundo más justo. «Ha denunciado a quien ha tenido que denunciar y ha alentado a quien ha tenido que alentar; se la jugó el todo por el todo y marcó una contraagenda«, enfatizó el sacerdote.
Respecto a su llegada en los jóvenes, finalmente, apuntó que desde un primer momento intentó establecer un diálogo de cercanía, invitándoles a rebelarse y asumir un protagonismo para transformar el mundo. Si bien reconoce que en algunos sectores de las nuevas generaciones, penetra más la agenda mediática de las redes y un desprecio hacia la figura del Papa, «en los sectores populares lo aman a Francisco, incluso jóvenes de otros cultos».