La represión avanza: el oficialismo anunció que desplegará un operativo cerrojo en torno a la marcha convocada frente al Congreso y aplicará el protocolo antipiquetes para garantizar el ‘orden’ en la zona.

Por medio del sistema de comunicación de las estaciones de trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), y a horas de una nueva marcha de jubilados, el Gobierno anunció que “Protesta no es violencia. La policía va a reprimir todo atentado contra la República”.
El oficialismo advirtió que va a implementar un operativo cerrojo respecto de la marcha que se llevará a cabo frente al Congreso y aplicarán el protocolo antipiquetes.
La represión avanza
El miércoles 12 de marzo los jubilados ya se habían manifestado por la situación que están atravesando y estuvieron acompañados por hinchas de diferentes clubes de fútbol. La Policía Federal y la Gendarmería reprimieron con brutalidad dejando un saldo de cientos de heridos y personas detenidas arbitrariamente. Desde hace una semana, el fotógrafo Pablo Grillo pelea por su vida tras recibir el impacto de un tubo de gas lacrimógeno arrojado por las Fuerzas de Seguridad.
Esta vez, en repudio de lo ocurrido y acompañando las demandas de los jubilados, se sumarán a la movilización la comunidad universitaria, organizaciones y partidos políticos.
Por su parte, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires confirmó el despliegue de 900 policías en los alrededores del Congreso, en un operativo coordinado con fuerzas federales.
A su vez, se prevé que la zona quede totalmente vallada en un radio de 100 metros, limitando el acceso de vehículos y peatones. Al operativo se sumarán las Fuerzas de Seguridad asignadas desde Nación por la ministra Patricia Bullrich.
Entre los reclamos de la marcha convocada por jubilados, se encuentra el aumento de haberes ante la pérdida de poder adquisitivo que vienen sufriendo. Cabe recordar que la jubilación mínima se ubica en $280.000.