Este jueves 22 de agosto a las 19:30, se presenta en la Sala Agustín Tosco (Deán Funes 672) el libro que reúne relatos de 30 excombatientes no reconocidos por el Estado como Veteranos de Guerra, que cumplieron servicio en la Costa Patagónica o en el Continente y que formaron parte de lo que se conoce como el TOAS (Teatro de Operaciones Atlántico Sur).
Esta semana se realizará la presentación del libro «Desmalvinizados con historia», que cuenta la historia de soldados de Malvinas no reconocidos como Veteranos de Guerra.
La gran mayoría de estos soldados sufrieron un injusto olvido que, poco a poco, han ido desandando, con base en honor, orgullo y memoria.
Sus historias, su amor por Malvinas, su dolor por el olvido y la lucha por un merecido reconocimiento, se condensan en este libro que recupera los relatos y testimonios de estos protagonistas de la Guerra de Malvinas.
La presentación será el 22 de agosto a las 19:30, en la Sala Agustín Tosco (Deán Funes 672) ubicada en sede de Luz y Fuerza Córdoba.
«La Guerra de Malvinas nos traspasó la vida y la falta de reconocimiento por parte del Estado, es muy vil. Nosotros no somos los únicos, hay muchas víctimas del Estado argentino, como las comunidades aborígenes. En nuestro caso, fuimos ocultados, padeciendo muchas situaciones complicadas, algunos en situación de calle, la mayoría con trabajos informales y precarios, sin obra social, una situación que no nos merecemos por haber defendido la Patria siendo tan jóvenes» señaló César Ortiz, ex soldado de la Compañía de Comunicaciones 9 e integrante de la Asociación Civil de Veteranos No reconocidos Glorioso Grupo 8, en declaraciones a Electrum.
«Desmalvinizados con historia» trata de rememorar un proceso histórico, político y discursivo, que tuvo como protagonistas a los héroes de Malvinas. En una democracia joven, se trató a los combatientes como víctimas de la dictadura militar, despojando a los soldados de todo acto heroico y patriótico ocurrido en las islas, tendiendo a disolver el fervor patriótico y anticolonial en los sectores populares.
Fruto de ello es la lucha que todavía afrontan algunos soldados por ser reconocidos como veteranos de la guerra, especialmente quienes cumplieron servicio en la Costa Patagónica o en el Continente y que formaron parte de lo que se conoce como el TOAS (Teatro de Operaciones Atlántico Sur).
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El proceso de reconocimiento
Ortiz narra que el primer reconocimiento lo realiza el proceso militar antes de irse con «una ley de asistencia psicológica y física a todos los soldados que habían participado de la Guerra, en las Islas, en el Mar y en la costa patagónica».
A su vez, en 1984 salió la ley 23.109 que reconoce a los Veteranos de Guerra de Malvinas una serie de beneficios, como trabajo, salud, vivienda y educación. En esa primera normativa, “en un principio reconocieron a todos los soldados”, relató Ortíz. A partir de eso, muchos veteranos accedieron a la casa y otros beneficios.
En 1988, cuando los Carapintada toman los cuarteles, acuerdan con Alfonsín que los declaren a ellos Veteranos de Guerra, pero «se dan cuenta de que íbamos a ser muchos para cobrar la pensión, entonces sacan el decreto reglamentario 509/88, cambiando los términos del Teatro de Operaciones, usando la delimitación geográfica del teatro de operaciones inglés y no el argentino, diciendo que para ser veterano de guerra había que haber estado a 12 millas de la Costa. Es un decreto inconstitucional, pero que es usado por el Ministerio de Defensa para que nosotros no podamos tener el reconocimiento que merecemos”.
Desde ese momento, numerosas Agrupaciones comienzan una lucha por lograr el reconocimiento como Veteranos de Malvinas, parte de esa lucha fue un recordado acampe en Plaza de Mayo sostenido durante 10 años reclamando por esta situación.
A su vez, el reconocimiento a los veteranos que se relata en «Desmalvinizados con historia» tiene un recorrido en la Justicia.
El primer fallo que emite la Corte Suprema de la Nación es para un suboficial Jerez, que estuvo en Río Gallegos y lo declaran Veterano de Guerra, era un antecedente importante para todos los soldados que estuvieron en el TOAS.
De cualquier manera, en 2015, por la presión de los «Veteranos oficialmente reconocidos que no quieren que se reconozcan más veteranos del TOAS, la Corte falla en contra del reclamo de 22 cordobeses, muchos de los cuales participan del libro, contradiciendo el fallo anterior» explica Ortíz.
El argumento del fallo fue que no había documentación que avalara los que planteaban los soldados del TOAS, pero los archivos secretos ya habían sido desclasificados durante la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, y ahí estaba la documentación de su participación durante la guerra.
«Así llegamos a este punto donde se crearon dos jurisprudencias: el caso Jerez y el caso Arfinetti. Nosotros tenemos 350 juicios ganados, que le aplicaron la doctrina Jerez, soldados a los que se los reconoció como Veteranos de Guerra. Y a otros, que les aplicaron el fallo Arfinetti, les negaron el reconocimiento, siendo que muchas veces estuvieron uno al lado del otro, cumpliendo servicio» señaló Ortíz.
Por último, el veterano concluyó que «esta dualidad ha generado mucha injusticia, incluso ahora quieren desconocer los 17 muertos de Malvinas que son del continente y forman parte de los 649 Héroes de Malvinas, todo es parte de una desmalvinización que ocultó una parte de la historia«.
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