Se trata de una iniciativa para el financiamiento de proyectos de promoción comunitaria de la Salud Mental, que se llevará a cabo a través del Fondo de Políticas Integrales de Salud Mental y Consumos Problemáticos (FOPISA).

Daniel Passerini, intendente de la ciudad de Córdoba, participó de la apertura de sesiones ordinarias del Consejo Municipal de Políticas Integrales de Salud Mental y Consumos Problemáticos (COPIPRED), realizada en el Museo Metropolitano de Arte Urbano.
El intendente habló ante los representantes de más de 60 organizaciones del consejo, acompañado por el subsecretario de Salud Mental y Adicciones, Lucas Torrice, y la secretaria de Salud de la Provincia, María Pía Guidetti, entre otras autoridades.
“Esta decisión desde la política nacional de hacer desaparecer al Estado o hacerlo retirar, claramente no es la decisión que nosotros tomamos en Córdoba”, fundamentó Passerini en relación con el trabajo mancomunado junto a las organizaciones y la ampliación de los cuidados en la materia realizados en la capital.
“Pondremos más recursos, integraremos más dispositivos y generaremos que esta política pública, que comenzó a tomar fuerza en el año 2020, siga creciendo y sea algo que con mucho orgullo desde Córdoba compartiremos con otras ciudades de la provincia. Muchos intendentes quieren venir a ver la experiencia del COPIPRED para aplicarla en sus localidades”, expresó Passerini frente a los representantes, previo a lanzar el programa “Salud Mental en Comunidad”.
¿De qué se trata «Salud Mental en Comunidad»?
«Salud Mental en Comunidad» es una iniciativa para el financiamiento de proyectos de promoción comunitaria de la Salud Mental, que se llevará a cabo a través del Fondo de Políticas Integrales de Salud Mental y Consumos Problemáticos (FOPISA).
Estará disponible para instituciones del COPIPRED y procura ampliar la capacidad de respuesta, intervención y articulación de las instituciones y organizaciones miembro.
De esta manera, impulsará un modelo de abordaje integral, intersectorial y con base en la comunidad, centrado en las personas y en la garantía de los derechos humanos. Aportará financiamiento de proyectos y el apoyo, mediante recursos materiales.
“Para participar del nuevo programa se deberá tener un trabajo específico y pertenecer al COPIPRED, pero también estará la figura del padrinazgo, o aquellas instituciones que se están iniciando, o que quizás no tienen la personería jurídica, o que tienen un proyecto incipiente en alguna comunidad, se pueden asociar a cualquiera de las más de 60 instituciones que forman parte del COPIPRED para presentar un proyecto”, expuso Torrice.
“Espero que este fondo y que este programa de salud mental en comunidad pueda cumplir los sueños de un montón de organizaciones y de un montón de comunidades”, manifestó el funcionario al finalizar su presentación.
Para inscribirse al programa “Salud Mental en Comunidad” cada organización deberá presentar un proyecto detallando: fundamentación, objetivos, población destinataria, plan de trabajo con metas a corto-mediano y largo plazo consignando tiempos estimados de ejecución, factibilidad del proyecto y resultados esperados. Además, presupuesto detallado que justifique el desembolso solicitado, además de los ejes de evaluación del progreso del proyecto y la evaluación final.
Los proyectos serán evaluados por el equipo técnico de la Subsecretaría de Salud Mental y Adicciones, quienes confeccionarán un orden en función del cumplimiento de los criterios. En el transcurso de los 30 días subsiguientes a la presentación del proyecto, se comunicará notificando la resolución a través del domicilio electrónico fijado en la casilla de correo.
Financiamiento
Se financiarán proyectos por un monto máximo de hasta $6 millones, en función del presupuesto, impacto y alcance de cada uno. De igual modo, posterior a la finalización de la ejecución del proyecto (y en función de lo evaluado por la Autoridad de aplicación) se podrá solicitar una ampliación del presupuesto que posibilite la continuidad del mismo.
La autoridad de aplicación realizará un monitoreo permanente de la implementación luego de recibido el primer desembolso, acompañando en la aplicabilidad del mismo.
Asimismo, se solicitará a la institución/organización que presente un informe por escrito, a los tres meses de recibido el desembolso, realizando una evaluación parcial del proyecto, y en caso de no cumplimiento, se interrumpirá la asignación de recursos.