Córdoba

Robos "piraña" en Nueva Córdoba: si no te gustan mis prejuicios, tengo otros

A raíz de la difusión de imágenes de supuestos hechos delictivos en el barrio, hablamos de sensacionalismo, punitivismo y ese deseo, en apariencia incontrolable, de expulsar la bronca hacia estos sujetos "peligrosos". A comienzos de esta semana, trascendieron una serie de robos en Nueva Córdoba, barrio característico por su población joven, estudiante y de clase […]

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A raíz de la difusión de imágenes de supuestos hechos delictivos en el barrio, hablamos de sensacionalismo, punitivismo y ese deseo, en apariencia incontrolable, de expulsar la bronca hacia estos sujetos "peligrosos".

A comienzos de esta semana, trascendieron una serie de robos en Nueva Córdoba, barrio característico por su población joven, estudiante y de clase media/alta. Una zona donde el costo de vida está muy por encima de otros lugares de la capital cordobesa.

En las redes sociales abundaron los vídeos de supuestos ataques a los transeúntes, donde se observaban grupos de más de 20 personas golpeando y robando distintas pertenencias.

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Esto propició comentarios de todo tipo, desde armado de escuadrones de vecinos y vecinas para salir con palos a atacar azarosamente a quienes consideren peligrosos en "defensa del barrio", pedidos de mayor presencia policial, hasta deseos de "salir a matar negros y villeros".

También hubo quienes instaban a los habitantes a no salir a la calle, y otros se preguntaban si iban a poder asistir a clases ante la sensación de inseguridad. Por supuesto, los medios de comunicación masivos no fueron ajenos y arengaron todo tipo de reacciones con titulares sensacionalistas. Incluso, compararon la situación con la película "La Purga".

La palabra de la jefa de la Policía

En medio de este contexto, la jefa de la Policía, Liliana Zárate Belletti, fue la encargada de llevar tranquilidad mediante declaraciones a distintos medios, diciendo que las imágenes se difundieron "de forma maliciosa" con información falsa, buscando generar en las personas una sensación que no era real.

Esto es porque los vídeos que circularon en Twitter e Instagram no eran actuales, sino que se trataba de registros antiguos que resurgieron ahora ante la perspicacia de algunos usuarios con una intención claramente voluntaria y perniciosa de generar estupor y pánico colectivo.

Liliana Zárate Belletti, sin embargo, no negó que estos casos existan. De hecho dio cuenta de la detención de nueve personas, de las cuales solo dos eran mayores de edad, sobre las calles Carlos Thays y Crisol en inmediaciones del Parque Sarmiento el pasado domingo 28 de agosto. Los jóvenes tenían en su poder tres teléfonos celulares sustraídos y una billetera con dinero. Asimismo, habló de "una cuestión social de fondo" y argumentó que "los delitos han crecido porque creció la pobreza".

Robos ¿piraña?

En las redes sociales y la televisión, pronto circuló la versión de que se trataba de "robos piraña". La investigadora Noelia Stetie afirma que dicha terminología para definir este tipo de hechos delictivos no se usa cotidianamente, sino que aparece como una categoría potente bajo la cual se busca atraer a la audiencia.

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Los y las "pirañas" serían personas que llevan a cabo acciones en detrimento de sus víctimas. A ellos y ellas se asocian ciertos verbos puntuales: robar, apuntar, atacar, balear…palabras que conducen a la construcción social de estos sujetos como peligrosos.

No es casual que estos actos sean señalados, criticados y repudiados cuando son perpetrados por "jóvenes pirañas", y al mismo tiempo, sean revalorizados y avalados cuando se trata de "víctimas" que quieren hacer "justicia por mano propia".

Algunos de los mensajes que circularon en las redes sociales.

¿Cuál es el parámetro para medir lo peligroso? En este caso, pareciera ser que la voz legitimada para definirlo viene de la mano de estos jóvenes de clase media/alta, quienes enardecidos por esta aparente "horda de delincuentes imparable" se cree con la potestad para salir a atacar a quienes sus prejuicios le dicten que deben hacerlo.

¿Qué se gana con este sensacionalismo? ¿Infundir miedo? ¿Es una estrategia para refrendar y expulsar la bronca contra estos "otros" temibles?

En "Las redes del poder", Michael Foucault dice que "la delincuencia tiene cierta utilidad económico-política en las sociedades que conocemos. La utilidad mencionada, podemos revelarla fácilmente en que cuantos más delincuentes existan, más crímenes existirán, cuantos más crímenes haya, más miedo tendrá la población, y cuanto más miedo haya en la población más aceptable y deseable se vuelve el sistema de control policial. La existencia de ese pequeño peligro interno permanente es una de las condiciones de aceptabilidad de ese sistema de control, lo que explica por qué en los periódicos, en la radio, en la televisión, se concede tanto espacio a la criminalidad como si se tratase de una novedad en cada nuevo día".

Algunos de los mensajes que circularon en las redes sociales.

Esta percepción de que todo está fuera de control, que "ya no se puede salir tranquilo a la calle", y el pánico ante la probabilidad de que te asalten a la vuelta de la esquina, sin lugar a dudas estuvo vinculada a lo que se generó en redes sociales más que a lo que realmente ocurrió.

Abundan los ejemplos de que pedir mayor presencia policial y más "mano dura" no "soluciona" este artificioso problema. Menos aún, las intenciones de salir a pegar y atacar a los supuestos delincuentes.

Una vez más, Nueva Córdoba es el epicentro. Pero no de la inseguridad, sino del desclasamiento, los prejuicios y el punitivismo.

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